ANTE LA INJUSTICIA, LA PROTESTA. Porque hay momentos en los que callar se vuelve una culpa y hablar se vuelve un deber, un deber ciudadano, un desafío moral, un imperativo del que no es posible escapar, a expensas de que te hagas cómplice de hechos y situaciones, que son contrarios a derecho, justicia y moral. No tengo afiliación política alguna, por eso expreso mi opinión ante lo que considero injusto, amoral y contrario a derecho. A lo largo de estas páginas, a modo de crónica, podrás ver la anatomía e idiosincrasia de fenómenos políticos y sociales que evidencian un sistema que aún brillando, alberga degradación, podredumbre y repugnancia en su interior.

 

2025                                        

ANATOMÍA DE UN PAÍS


 

Domingo 9 de Noviembre

Gobernar sin gobernar: la gran estafa política

Hay una pregunta que cada vez se escucha con más fuerza en las calles, en los cafés, en las redes y en cualquier sobremesa donde el hartazgo ha sustituido al interés: ¿qué sentido tiene seguir en el poder cuando no se gobierna? La ciudadanía observa cómo las sesiones parlamentarias se estancan, cómo las promesas se desvanecen y cómo las prioridades se reducen a conservar el sillón antes que a mejorar vidas. Nadie votó para esto. Nadie pidió un país atrapado en el cálculo político permanente, en la estrategia del día siguiente, en el postureo que sustituye a la gestión.

Hay algo profundamente obsceno en la situación política actual: un presidente dispuesto a aferrarse al poder aunque el país se hunda en la parálisis. Cuando el Ejecutivo mantiene un Gobierno que no gobierna, que no legisla, que no avanza… pero que se aferra a La Moncloa como si fuera su propiedad privada, esta desvirtuando la Democracia y convirtiéndola en una Autocracia, cuando no en una Dictadura. Su objetivo ya no es transformar España ni servir a los ciudadanos. Su único fin es seguir sentado en la poltrona.  Y para ello cuenta con unos socios que han decidido convertirse en cómplices de una degradación democrática. No apoyan un proyecto, no impulsan reformas, solo sostienen un poder vacío a cambio de sus sillones, sus cuotas, sus favores y sus privilegios.

Cada votación es un chantaje; cada nombramiento, una moneda de cambio; cada institución tomada, una conquista partidista más. Porque aquí está el verdadero drama: se está utilizando al Estado como botín: Puestos creados a medida, enchufes a dedo sin pudor alguno, ascensos y nombramientos como pago por lealtades, bloqueo constante del Parlamento cuando no les interesa. ¿Y el país? Esperando, atascado y pagando la fiesta de la casta política. La ciudadanía soporta una mezcla de indignación, cansancio y repugnancia al ver cómo quienes deberían garantizar el bienestar colectivo, están únicamente concentrados en garantizarse a sí mismos.

La política se ha convertido en una tragicomedia donde el guión es siempre el mismo: primero el sillón, después el sillón, y si queda tiempo… el sillón. El Jefe del Gobierno  y sus socios no pueden sacar adelante las leyes que España necesita, no pueden dialogar sin imponer, no pueden pactar sin mercadear. Siguen, simplemente, para que nada cambie en su estatus personal. ¿Para qué sirve un gobierno que no gobierna? ¿Para qué sirve una mayoría que solo suma para bloquear? ¿Para qué sirve conservar el poder… si se renuncia a ejercerlo por el bien de la nación? Esta situación es una burla a la democracia, a los españoles y a España.

 Una decepción monumental para quienes aún creían en la política. Una vergüenza histórica que pasará factura. Porque cuando los gobernantes dejan de servir al pueblo y pasan a servirse de él, lo que se degrada no es solo el poder, se degrada el país entero...

Los socios que sostienen este equilibrio artificial no son meros espectadores. Son cómplices de un estado de parálisis que solo beneficia a quienes ostentan el poder y perjudica al conjunto de los ciudadanos. Su motivación tampoco escapa al escrutinio: sus poltronas, sus despachos, sus cuotas, sus privilegios. En definitiva: su interés particular.

La política española parece haber perdido el horizonte. Y cuando el mandato público ya no se traduce en mejoras, cuando la gestión se reduce al mantenimiento del estatus, el poder deja de servir a la ciudadanía y pasa a servirse de ella.

Mientras tanto, semana tras semana, asistimos al mismo espectáculo: Instituciones colonizadas, convertidas en moneda de cambio. Cargos repartidos no para servir, sino para asegurar fidelidades. Nombramientos y ascensos más ligados al carnet o la conveniencia que al mérito. Legislación bloqueada, frenando reformas que sí importan a la gente común.

Y en ese inmovilismo, la indignación crece. Porque la dignidad democrática también se resiente cuando los representantes parecen olvidar que están ahí para trabajar por el país, no para garantizarse futuro y favores.

¿Qué nos queda entonces? La indignación, y también la voz. Porque la democracia no puede resignarse a ser un teatro de sillones. Porque seguir en el poder sin gobernar es una burla. Porque los ciudadanos merecemos algo mejor.

 

 

Sábado 8 de Noviembre

España: un país de esfuerzo secuestrado por una élite del privilegio

La pobreza no aumenta porque su gente sea vaga, incapaz o poco ambiciosa. Todo lo contrario: este país está levantado, día tras día, por millones de trabajadores que encadenan contratos precarios, madrugan para coger trenes abarrotados, pagan impuestos desorbitados y aún así llegan a final de mes contando céntimos. España se desangra porque quienes tienen en sus manos la capacidad de mejorarla han decidido convertir el Estado en su cajero automático personal.

Es una obscenidad democrática que mientras el salario medio no llega a los 1.500 euros, cargos públicos de distinto nivel se llenan los bolsillos con retribuciones alejadas de toda realidad social. Diputados que pueden alcanzar los 20.000 euros al mes, alcaldes que superan los 120.000 euros anuales y eurodiputados que rozan cifras de escándalo, más de 200.000 euros al año. Todo ello acompañado de dietas, privilegios y una red de prebendas que harían sonrojar al mejor pagado de los ejecutivos privados.

¿Y el ciudadano? El ciudadano paga. Paga impuestos, paga alquiler, paga luz, gas, gasolina, comida… Paga la incompetencia de quienes gobiernan y el lujo de quienes legislan. Paga para sostener un sistema que le da cada vez menos a cambio de más.

Nos hablan de ejemplaridad, pero viven en otro planeta: coches oficiales, asesores a dedo, viajes, pensiones privilegiadas… Nos piden austeridad mientras ellos se sirven del poder como si fuera un patrimonio hereditario. Y lo peor: se miran al espejo cada mañana convencidos de que se lo merecen.

España se ha convertido en un país donde las brechas sociales no son solo cifras: son muros. Por un lado, una élite política que derrocha y se protege mutuamente. Por el otro, una mayoría que sobrevive. Un país donde el ascensor social está averiado, pero el ascensor institucional sube y baja a toda velocidad para los de siempre.

La pobreza ya no es un daño colateral: es un escenario permitido y administrado. Mientras unos acumulan privilegios, otros sostienen el país con jornadas interminables y sueldos que no garantizan una vida digna. Y aun así, se nos pide confiar, tragar y seguir votando con resignación.

No es radical decirlo: es cívico. La democracia no se mide solo en urnas, sino en justicia, en equidad, en dignidad. Y cuando el sistema premia el abuso y castiga el esfuerzo, ya no hablamos de democracia: hablamos de un estado capturado.

Porque la pregunta ya no es por qué estamos así. La verdadera pregunta es hasta cuándo vamos a tolerarlo.

 

 

Viernes 7 de Noviembre

El gran chollo de la política en España: como vivir del ciudadano sin despeinarse

En España, hemos convertido la política en un refugio de oro para quienes buscan un modo de vida cómodo, blindado y a menudo totalmente desconectado del servicio público. Mientras la ciudadanía se parte el lomo para pagar impuestos, hipotecas y llenar la nevera en un país con salarios mediocres y precios disparados, existe una élite política a la que se le sigue engordando el bolsillo… y la cara dura. En este país tenemos miles y miles de cargos públicos, entre representantes electos y asesores de procedencia mágicamente misteriosa, que cobran puntualmente su salario (muchas veces obsceno) sin que nadie les exija resultados, objetivos, ni mucho menos eficiencia.

Estamos hablando de diputados, consejeros, alcaldes, eurodiputados y una lista interminable de personas que hacen del erario público su modo de vida. La política en España se ha transformado en una carrera profesional extraordinaria… para quienes logran sentarse en la silla. Sueldos que superan varias veces el salario medio  de los mejor situados del país, dietas pagadas, coches oficiales, jubilaciones privilegiadas, indemnizaciones por “cese del cargo”… y cero riesgo laboral. Un trabajo donde, aunque lo hagas mal, sigues cobrando.

 Y aunque lo hagas desastrosamente, también. Y así nos va. Cada año vemos cómo las instituciones se convierten en agencias de colocación para el partido de turno. Ser político aquí rara vez es un acto de vocación; es un negocio. Un privilegio hereditario del que nadie quiere bajarse porque, cuando el dinero no es tuyo, gastar es facilísimo. Cuando el precio del derroche lo paga el ciudadano, el dispendio se vuelve deporte.

 Mientras tanto, millones de trabajadores necesitan tres décadas y media para ganarse una pensión que, con suerte, les llegará para sobrevivir. Pero los que mandan, los que aprueban esas mismas pensiones insuficientes, no tendrán jamás ese problema. Ellos ya se encargaron de legislar a su favor. ¿Democracia? ¿Estado social? A veces cuesta mucho verlos entre tanta desfachatez. Da la sensación de que lo que tenemos es una casta política que vive en un país distinto al nuestro, donde la vida es fácil porque la pagamos todos los demás.

Y aún tienen el valor de hablarnos de sacrificios y esfuerzos comunes. La realidad es tozuda: la política en España se ha convertido en el chollo laboral más grande jamás diseñado en este país, y si no se corta de raíz el abuso, la desconexión y la falta de controles, seguiremos financiando, voto tras voto, el lujo y la impunidad de quienes deberían estar al servicio del ciudadano y no al revés.

Porque la democracia no se destruye con golpes de Estado, sino con privilegios blindados, con la resignación del pueblo… y con la desvergüenza de los que viven como sátrapas a costa de todos nosotros. Hay que cambiar el chip o el sistema se enquistará para pudrirse cada día mas.

 

Jueves 6 de Noviembre

La resistencia numantina de Sánchez mientras España continúa en el limbo

España vive, de nuevo, en un territorio conocido: una Moncloa ocupada, pero un poder ejecutivo prácticamente inmovilizado. Pedro Sánchez permanece al frente del Gobierno pese a que sus apoyos parlamentarios se deshilachan. Junts ha retirado la confianza y advierte que no respaldará ninguna ley que salga del Consejo de Ministros. Entonces, ¿por qué resistir cuando el margen para gobernar y legislar parece agotado? La respuesta puede ser tan política como personal.

Desde la óptica del poder, la capacidad de decidir la fecha de unas elecciones es una herramienta decisiva. Mantenerse en Moncloa permite ganar tiempo, buscar nuevos equilibrios parlamentarios e intentar revertir una situación adversa. Desde la óptica judicial, el futuro inmediato tampoco es prometedor: investigaciones que rodean al entorno del presidente suponen un desgaste evidente de cara a unas elecciones anticipadas. Dimitir o convocar comicios ahora implicaría acudir a las urnas con un lastre político y mediático aún sin resolver.

Pero el país no espera. Ni puede permitirse hacerlo. Una legislatura paralizada es una legislatura perdida: no se actualizan leyes, no se implementan reformas urgentes, y la Administración se convierte en un barco sin rumbo. Todo esto sucede, además, en un contexto europeo que no admite inacción. Bruselas observa con lupa el cumplimiento de las exigencias que permiten desbloquear fondos cruciales para la recuperación y modernización económica. Si España no legisla, si no ejecuta, esos recursos pueden congelarse o retrasarse. Y los ciudadanos ya están pagando un precio demasiado alto. Mientras tanto, la política se ha convertido en una guerra de posiciones.

Los partidos no discuten sobre los problemas que afectan al ciudadano (la presión fiscal creciente, la pérdida de poder adquisitivo, la falta de vivienda, la crisis institucional), sino sobre quién paga el coste de la parálisis. Y en ese juego, todos pierden… menos quien mantiene la silla.

España necesita un cambio profundo en el modo de gobernar: menos políticos obsesionados por su continuidad y más técnicos capaces de gestionar con rigor. El país requiere reformas que mejoren la vida de la gente, no más peleas para retener el control de los aparatos del Estado. La política debería ser un servicio, no una supervivencia. Sánchez puede aguantar semanas, meses quizá. Pero aguantar no es gobernar. Resistir no es liderar.

Y España (que arrastra retos enormes) deuda, déficit,  inflación, no puede seguir atrapada en un limbo político por la única razón de que quien tiene el poder se resiste a soltarlo. Porque cuando un Gobierno deja de servir a la ciudadanía, la silla de Moncloa deja de ser un puesto institucional para convertirse en un símbolo de decadencia e instrumentalización partidista y personal.

 Y eso señores ni es política, ni es Democracia, ni es progreso.

 

 Miércoles 5 de Noviembre

Junts y la política del chantaje:

Un juego que que se transforma en sainete, y cuya representación teatral ya aburre

Junts sigue con el chantaje infinito: política de amagos y desengaños. Y una vez más,  se planta ante el Gobierno como si fuera parte de un ritual político ya tedioso, con la misma cantinela de siempre: “No aprobaremos ningún real decreto ni los presupuestos hasta que Sánchez nos dé lo que pedimos”. ó "La legislatura queda bloqueada solo hasta que nos den lo nuestro".

 Un mantra repetido hasta la saciedad, que ya no sorprende a nadie… salvo quizá a quienes creen que esta estrategia aún tiene algo de novedosa o útil para los planes de Puigdemon. Porque no hablamos de una negociación legítima para mejorar la financiación de Cataluña o impulsar infraestructuras clave. No. Estamos ante una táctica repetida: primero la amenaza, luego la tensión… y finalmente el acuerdo cuando ya han conseguido lo suyo.

En el tablero político español, Junts ha encontrado en el chantaje su herramienta preferida. A falta de capacidad para liderar propuestas constructivas, convierte su fuerza parlamentaria en un permanente ultimátum. No se trata de mejorar la vida de los catalanes ni de avanzar en soluciones reales: se trata de arrancar concesiones, presionar al máximo y, una vez conseguido el botín político, volver a convertirse en socio indispensable del Gobierno. Hasta la siguiente amenaza.

El problema es que esta dinámica ya no engaña a nadie. Su electorado  (ese mismo al que prometieron independencia, prosperidad y liderazgo) contempla ahora un partido que se ha encallado en la negociación perpetua. Un partido que no avanza hacia la Cataluña que dice defender, sino que parece haberse instalado cómodamente en un “toma y daca” sin horizonte ni ambición más allá del regate corto en Madrid. ¿Y los ciudadanos? Convertidos en meros accesorios de esta estrategia: utilizados como excusa, ignorados en sus necesidades reales. Junts actúa como si los españoles, catalanes incluidos, fuéramos simples espectadores ingenuos incapaces de ver lo evidente: tras cada amenaza de ruptura, tras cada gesto teatral de rebeldía, llega el acuerdo en despachos cerrados y la vuelta al pacto de conveniencia. Porque mientras Sánchez sea la vaca que se puede seguir ordeñando, no habrá ruptura real.

Mucho ruido, muchos titulares… y al final, lo mismo de siempre. El resultado es una política convertida en espectáculo y una representación que ya roza el ridículo. Una puesta en escena que pretende exhibir fuerza pero que solo transmite desgaste, frustración y un profundo desinterés por los ciudadanos a los que se dice servir. Junts puede seguir intentando vender su papel de paladín indomable frente al Gobierno central. Pero cada vez son más quienes perciben la verdad: no hay épica, no hay proyecto, no hay valentía. Hay simplemente una estrategia agotada basada en la presión constante y el chantaje infinito.

Y al final, la pregunta se impone sola: ¿Cuánto tiempo más va a aguantar su electorado esta comedia? Porque la política de chantaje es un juego que hasta ahora solo ha perjudicado a todos: españoles y catalanes.

Y, mientras tanto, los problemas de fondo siguen ahí: sanidad saturada, vivienda inasequible, educación tensionada, jóvenes que se marchan, con una deuda pública que en proporción duplica a la del resto de España.

 

 

Martes 4 de Noviembre

Sobre  la consulta pública respecto a la futura regulación de limpieza de solares al objeto de prevenir  incendios

La amenaza de los incendios ya no es un riesgo estacional ni lejano. Es una realidad que golpea con fuerza a municipios de toda España, especialmente a aquellos situados en entornos forestales. En este contexto, la reciente consulta pública abierta por el Ayuntamiento para regular la limpieza de solares y huertos urbanos constituye un paso necesario y esperado por gran parte de la ciudadanía.

Quiero reconocer en primer lugar la iniciativa  del Ayuntamiento por considerar de urgencia y de absoluta necesidad la opción de regular una normativa al objeto de adoptar medidas firmes y eficaces en materia de prevención de incendios en nuestro municipio. Y con tal motivo aportar mi granito de arena. La iniciativa municipal para regular la limpieza de solares y huertos es positiva, pero resulta innegable que llega con retraso.

La ciudadanía viene reclamando esta actuación desde hace años, mucho antes de que los devastadores incendios que afectaron al noroeste de España evidenciaran la gravedad de la situación. No actuar con diligencia en un territorio especialmente vulnerable es, a estas alturas, sería una dejadez que ya no admite más demoras.

Existen en el casco urbano numerosos solares privados llenos de maleza y sin mantenimiento, muchos de ellos colindantes con viviendas habitadas y otras vacias de personas que residen en la ciudad. Estos solares constituyen un foco de riesgo extremo: vegetación seca, acumulación de residuos y una cercanía peligrosa a los hogares de los vecinos. La experiencia reciente demuestra que un incendio puede iniciarse y propagarse en cuestión de minutos, poniendo en peligro vidas humanas y bienes materiales. Igualmente preocupante es el cinturón de matorral y hierba seca que rodea el pueblo en la zona de los pinares. Este perímetro (como anillo inflamable)  es una amenaza constante y latente.

Si el fuego penetrara desde el monte hacia las primeras viviendas, la capacidad de reacción sería mínima sin medidas preventivas adecuadas. Por todo ello, desde mi punto de vista considero imprescindible y urgente que la normativa que se apruebe incluya, como mínimo, las siguientes actuaciones con carácter punitivo en caso de negativa:

 1.- Obligatoriedad de limpieza de solares urbanos con seguimiento y régimen sancionador efectivo para los incumplimientos.

2.- Desbroce preventivo perimetral en torno al casco urbano con una distancia mínima de seguridad de 100 metros desde las primeras casas.

 3.- Instalación de bocas de riego o hidrantes en las zonas de mayor riesgo, para facilitar una rápida intervención en caso de emergencia.

 4.- Plan anual de inspección y mantenimiento, no solo acciones puntuales motivadas por el verano o la alarma social.

 5.- Colaboración efectiva con propietarios, pero con intervención subsidiaria municipal cuando estos no actúen.

Y por último, la prevención no puede reducirse a declaraciones de intención; debe traducirse en medidas reales y continuadas en el tiempo. No se trata únicamente de proteger el espacio urbano, sino de defender la vida, la seguridad y el patrimonio natural y cultural de Arrabalde.

 La verdadera pregunta es simple:

¿Queremos esperar a que el fuego decida por nosotros? ¿O vamos a anticiparnos para proteger nuestra vida, nuestra seguridad y nuestro patrimonio natural y cultural? El momento de actuar es ahora. Lo contrario sería asumir un riesgo que nuestro municipio ya no puede permitirse.

 

Miércoles 29 de Octubre

Crecer hacia arriba sin mirar abajo

Los titulares celebran cifras históricas de empleo. La economía avanza, el PIB crece, la inversión se dispara. Sin embargo, tras esos números que llenan ruedas de prensa y campañas políticas, hay una realidad incómoda: la pobreza crónica sigue aumentando. Un país que crece verticalmente, pero que no reparte los frutos de ese crecimiento, no puede llamarse ni solidario ni equitativo. Porque de poco sirve presumir de récords económicos si millones de personas siguen atrapadas en el mismo círculo (un círculo que da vueltas, pero nunca avanza) y siempre se cierra con los mismos, los mas pobres.

Hoy, tener un trabajo ya no garantiza una vida digna. Quienes reciben un salario cada mes no logran cubrir lo básico: pagar un alquiler imposible, llenar una cesta de la compra que parece encarecerse sola, afrontar gastos tan cotidianos como la luz o el transporte. ¿Cómo se puede hablar de “recuperación” cuando la mitad de las familias tienen que elegir entre comer o calentar la casa? Tampoco la jubilación es un refugio. Las pensiones, lejos de proteger esa etapa de descanso merecido, se convierten en una carrera de fondo contra la inflación. Muchos mayores, tras una vida de esfuerzo, descubren que han quedado fuera del mismo bienestar que ayudaron a construir.

Y si la pobreza golpea, lo hace con especial crueldad a quienes menos pueden defenderse: los jóvenes y la infancia. Un paro juvenil que sigue siendo escandaloso y una pobreza infantil que debería avergonzarnos como sociedad. ¿Qué futuro puede aspirar a tener un país que abandona a quienes deben garantizar justamente ese futuro? El progreso no puede medirse solo en gráficos que suben.

El desarrollo real se mide en dignidad, en igualdad de oportunidades, en la tranquilidad de saber que llegar a fin de mes no es una proeza. Se mide en reducir la brecha, no en maquillarla. No se trata de negar los avances económicos. Se trata de exigir que se traduzcan en vidas mejores para todos. Porque un país que crece sin mirar abajo corre el riesgo de que su base se quiebre, de que la desigualdad termine por erosionar la convivencia y la confianza en el propio sistema.

 Crecer está bien. Crecer repartiendo es imprescindible.

 

Martes 28 de Octubre

El sainete de Puigdemont y Junts que solo causa la risa y genera el descrédito total

El relato épico de resistencia que Junts intenta mantener ya no se corresponde con sus acciones. Su política se ha convertido en un ejercicio táctico sin horizonte, basado en gestos y advertencias que han perdido eficacia. La erosión de credibilidad no viene de ataques externos; es producto de sus propias decisiones. Junts per Catalunya, con Carles Puigdemont al frente, lleva demasiado tiempo instalado en una dinámica política basada en amenazas que nunca se cumplen. Anuncian rupturas con el Gobierno del PSOE, lanzan ultimátum y exhiben un supuesto tono de firmeza frente a Pedro Sánchez, pero cada gesto teatral acaba diluido en nuevas negociaciones para obtener más concesiones. Pero evitan pedir elecciones  o defender una moción de censura. Sus aspiraciones están claras y ya no engañan a nadie, solo provocan risa y desprecio, sobre todo del gobierno de Sánchez.

Negociar es legítimo, pero disfrazarlo de épica y resistencia es una incoherencia que ha erosionado su credibilidad. Cuando un actor político repite advertencias sin asumir consecuencias, la amenaza pierde efecto y deja de intimidar. Hoy, buena parte de la ciudadanía percibe que Junts no defiende un proyecto claro ni un rumbo definido para Cataluña, sino un mercadeo constante para arrancar beneficios políticos. Ese desgaste abre espacio a nuevas fuerzas que atraen al votante desencantado, precisamente porque ya no creen en los discursos de firmeza sin hechos. Puigdemont debe decidir si está dispuesto a asumir costes reales para sostener lo que proclama o si seguirá atrapado en una estrategia que ya no convence ni moviliza.

 En política, cuando la palabra pierde valor, lo siguiente que se pierde es apoyo social y votos, porque ese ejercicio de hipocresía de Puigdemon ya no intimida a nadie y sobre todo ya no ilusiona a nadie. Junts asumió el coste politico de jugar con un sainete y ha perdido. RIP

 

Sábado 25 de Octubre

Idiosincrasia rural

El daño de las habladurías y chismes en las tertulias de los pueblos

Las habladurías en un pueblo suelen ser parte de la vida cotidiana y pueden reflejar la cultura y las dinámicas sociales de la comunidad. A menudo, estas charlas informales pueden girar en torno a eventos recientes, rumores sobre personas, o incluso anécdotas del pasado, y  aunque a veces pueden ser inofensivas, las habladurías también pueden tener un impacto negativo, como malentendidos o conflictos entre vecinos.  Porque una cosa es compartir historias y experiencias y otra muy distinta reunirse para criticar a los demás de forma maliciosa y dañina.

No es malo compartir noticias o hechos de forma honesta y auténtica, al contrario pueden ayudar a sentir a las personas mas conectadas entre si, creando un sentido de pertenencia grupo y o camaradería. Son muy negativas las habladurías cuando estas dan lugar a rumores infundados y malentendidos, cuando se distorsiona la información o se saca de contexto, reflejando situaciones o comportamientos falsos, dando lugar a tensiones y conflictos con las personas de las que se habla, sobre todo cuando afectan a la reputación de las mismas, a las que muchas veces se las estigmatiza, aísla y margina.

Una de las cosas que yo pienso hacer es crear un ambiente donde las personas se sientan cómodas hablando directamente entre si para evitar los malentendidos y propagación de rumores, provocados muchas veces, por el rencor, la inquina y la envidia.

Sobre todo  alertar de sobre como los chismes pueden afectar a las personas y a la comunidad, concienciando a todos para fomentar un comportamiento respetuoso, mediante la empatía, la sinceridad y la comprensión.

Recordar a las personas que detrás de cada rumor hay una historia y que todos  merecen ser tratados con respeto, al objeto de disminuir la tendencia a hablar mal de los demás. Quien no recuerda aquellas habladurías que en tiempos pasados dañaron gravemente la imagen de alguna persona de forma maliciosa y tendenciosa, hasta el punto de tener que  irse del pueblo por no soportar la situación triste y lamentable creada por los chismes y habladurías. Hay que evitar situaciones tan deprimentes y deplorables

Para ello debes dar ejemplo, evitando participar en chismes, cuentos y habladurías que puedan dañar la imagen de los demás, inspirando a otros a hacer lo mismo. No olvides que la actitud positiva y el respeto son aspectos que se contagian.

Los espacios de diálogo siempre son positivos y para ello lo mejor es organizar reuniones comunitarias donde se puedan discutir abiertamente los problemas y preocupaciones, para ayudar a construir un ambiente de confianza y reducir la necesidad de hablar a espaldas de otros.

 En definitiva, en un pueblo pequeño donde todo se sabe hay que construir un espacio de empatía y respeto y para ello es prioritario evitar las habladurías que solo conducen a malentendidos que terminan en puras invenciones, cuando no en calumnias o injurias

 

Viernes 24 de Octubre

El esperpento de la modernidad

Una sociedad perdida bajo el barniz de la belleza y la tecnología

Vivimos tiempos extraños, tiempos donde la estupidez (antes patrimonio de unos pocos) parece haberse democratizado. La sociedad española, antaño combativa, lúcida y con hambre de justicia, se ha entregado a una suerte de anestesia colectiva donde todo vale, todo se justifica y nada importa realmente. Confundimos la libertad con el libertinaje, el derecho con el capricho, la dignidad con la indiferencia, la riqueza con la caballerosidad, el poder con la decencia y la ficción de la religión, como consuelo y evasión.

Celebramos lo superficial mientras despreciamos lo profundo. Aplaudimos a gritos el gol de un equipo millonario, pero callamos ante la injusticia cotidiana que nos roba el pan, el trabajo, la vivienda y la esperanza. Hemos llegado a creer que la vida es un escaparate, y que el brillo basta para ocultar la miseria y decadencia que se extiende por dentro. Nos han vendido la idea de que la trasgresión sin sentido es progreso, que la vulgaridad es autenticidad, que la sumisión es serenidad mental y que la aberración sexual se transforma en un derecho si electoralmente es rentable.

Mientras tanto, el pensamiento crítico se ha convertido en una especie en extinción. Ya no se cuestiona, se repite. Ya no se razona, se consume. Ya no se actúa, se reacciona. Los políticos (esos demiurgos de la demagogia) nos prometen cada cuatro años la redención, cuando lo único que redimen es su propio futuro económico. Los templos de lo religioso se llenan de fieles que buscan salvación en la esperanza que da una ficción, mientras la justicia terrenal se vacía de sentido. Y en medio de este circo, seguimos creyendo, esperando, resignándonos, como si la esperanza bastara para cambiar la realidad. España se ha convertido en un esperpento social, político y económico.

 Un país donde el artificio se confunde con la verdad, donde la fachada cuenta más que el cimiento, y donde la belleza aparente oculta una descomposición moral cada vez más visible. No es una cuestión de ideologías, sino de sentido común. Nos estamos acostumbrando a la mentira, al ruido, al despropósito. Quizá aún estemos a tiempo de despertar. Pero para hacerlo, habría que comenzar por recuperar algo tan simple y tan revolucionario como el pensamiento crítico, coherente, juicioso. Pensar, dudar, disentir. Recuperar la capacidad de indignarse sin miedo al ridículo. Exigir coherencia. Llamar a las cosas por su nombre, aunque duela.

Porque mientras sigamos gritando gol, mas fuerte que pedir pan y trabajo, aplaudiendo mentiras y despreciando verdades, seguiremos siendo cómplices del esperpento que nos devora y que nos conducirá a una sociedad esperpéntica, frutada, deprimida, degradada y decadente. Es una opinión de M. Fernández "Anatomía de un País".

 

Jueves 23 de Octubre

El sainete político

Junts, el partido del chantaje perpetuo

Una vez más, Junts convierte la política en un espectáculo de amenazas, amagos y retrocesos. Su discurso suena a disco rayado: que si rompen con Sánchez, que si se levantan de la mesa, que si no tolerarán más humillaciones. Pero al final, nunca pasa nada. Lo suyo no es la ruptura, sino el chantaje calculado. Junts vive de tensar la cuerda lo justo para sacar tajada, pero sin llegar a romperla. La estrategia es tan vieja como transparente. Cada vez que el Gobierno de Pedro Sánchez depende de sus votos, Junts finge indignación, amenaza con el portazo y, mientras tanto, negocia. No negocia por Cataluña ni por los catalanes, sino por sí misma: por cuotas de poder, por visibilidad mediática, por mantener la ficción de que todavía es un actor decisivo.

El problema es que el público ya se sabe el guión. Las falsas rupturas ya no asustan a nadie. Ni en Madrid tiemblan, ni en Cataluña se lo creen. Lo que antes era un pulso político ahora parece una comedia sin gracia. El “rompo pero no rompo” se ha convertido en una marca registrada de Junts, una táctica que solo alimenta el hartazgo y la desconfianza ciudadana. Mientras el partido juega a hacerse el duro, la gente sigue esperando respuestas reales a sus problemas: listas de espera sanitarias, falta de vivienda, precariedad laboral, desinversión en infraestructuras.

Pero Junts prefiere seguir representando su sainete victimista, el del agravio perpetuo, el del enemigo en Madrid y la pureza patriótica en casa. Es una política hueca, diseñada para mantener viva la llama del conflicto, aunque la mayoría de catalanes hace tiempo que piden pasar página. Y lo más grave es que Junts no parece entender que su credibilidad se desangra. Cada vez que amenaza con romper y no lo hace, pierde un poco más de autoridad moral.

Cada vez que finge escándalo y luego pacta en silencio, se le cae la máscara. Es un partido atrapado en su propia trampa: incapaz de romper, pero también incapaz de construir. El chantaje constante puede dar réditos a corto plazo, pero a la larga destruye cualquier proyecto político serio. Junts ha pasado de ser un partido con poder de influencia a ser un partido de pataleta, reducido a su papel de socio incómodo. Y eso lo saben incluso muchos de sus votantes, que ya no compran la épica del desafío ni las lágrimas del victimismo.

 El sainete de Junts tiene los días contados. Cada amenaza que no cumple, cada ruptura que no llega, cada discurso hueco que repite, lo acerca más al descrédito definitivo. Cataluña no necesita más teatro. Necesita política de verdad.

 

 

Miércoles 22 de Octubre

El futuro de la humanidad

El siglo de la ceguera

Hay algo inquietante en la manera en que la humanidad avanza: con la ilusión del progreso, pero con los ojos cada vez más cerrados. Vivimos rodeados de tecnología, datos y conectividad, y sin embargo, entendemos menos el mundo que habitamos. El futuro ya no se parece a una promesa, sino a una advertencia. La demografía habla claro: las sociedades envejecen, los jóvenes escasean, y los sistemas de bienestar que sostenían la vida moderna comienzan a resquebrajarse. Europa, Japón y América del Norte envejecen en silencio, mientras África y partes de Asia crecen sin encontrar espacio en la economía global. Es un desequilibrio que augura tensiones migratorias, crisis laborales y conflictos políticos. Sin embargo, la política sigue discutiendo el pasado, incapaz de mirar de frente lo que viene.

Y en ese vacío, la extrema derecha encuentra terreno fértil. Promete orden en medio del caos, identidad frente a la incertidumbre, y enemigos fáciles para culpar de todo: los inmigrantes, las minorías, los pobres, la globalización. Su avance no es casualidad; es el reflejo de una ciudadanía frustrada que ya no confía en las instituciones ni en las promesas vacías de los gobiernos tradicionales. Cuando el miedo manda, la razón retrocede.

A la vez, asistimos al ascenso de una nueva élite invisible: la inteligencia artificial y quienes la controlan. Lo que empezó como herramienta se está convirtiendo en árbitro. Decide qué vemos, qué pensamos y hasta qué creemos. Los algoritmos no votan, pero moldean elecciones; no legislan, pero redactan leyes; no sienten, pero definen qué vale la pena sentir. La amenaza no está en que la IA despierte, sino en que nosotros sigamos dormidos.

Mientras tanto, la globalización (ese proyecto que prometía unir al mundo) ha terminado por atraparlo. La economía, la información y hasta la cultura responden a los intereses de unas pocas corporaciones transnacionales que conocen más de nosotros que nuestros propios gobiernos. Lo llaman “interconexión”, pero huele a control. Lo llaman “eficiencia”, pero suena a sometimiento. El siglo XXI se perfila como el siglo de la ceguera: envejecemos sin relevo, votamos sin fe, producimos sin propósito y consumimos sin conciencia.

 La política se ha vuelto gestión de daños, la tecnología un nuevo poder sin rostro y la ciudadanía, un público distraído que confunde libertad con entretenimiento. Sin embargo, todavía hay margen para reaccionar. No se trata de renegar del progreso, sino de reclamarlo. La inteligencia artificial puede servir al bien común si la controlan ciudadanos, no corporaciones. La globalización puede ser justa si se subordina a la dignidad humana. Pero nada de eso ocurrirá si seguimos mirando para otro lado.

El futuro no nos está siendo robado: lo estamos entregando, poco a poco, entre clics, votos resignados y silencios cómplices. Quizá sea hora de abrir los ojos, antes de que el “avance” nos deje definitivamente atrás. Vs. M.Fndez.

 

 

El futuro de la humanidad II

¿Como será la vida dentro de 50 años?

El futuro no es una línea recta. Cada generación siente que vive un punto de inflexión, pero pocas han tenido tantas variables críticas en juego al mismo tiempo como la nuestra. La humanidad avanza hacia un siglo donde el envejecimiento poblacional, la crisis climática, la inteligencia artificial (IA) y la fragilidad política global se entrelazan. Lo que hoy decidamos (en políticas, consumo, cooperación y ética tecnológica) definirá si vivimos una era de prosperidad compartida o de desigualdad irreversible. Y es que vivimos en un planeta de contrastes donde la "demografía" va a marcar nuestro futuro. El planeta no se está “vaciando”, sino llenando con una transformación regresiva con un envejecimiento constante en las pirámides de población.

 Según la ONU, la población mundial alcanzará su pico hacia finales de siglo con unos 10.200 millones de personas. Mientras Europa, Japón y China se están vaciando y envejeciendo,  la África subsahariana concentra el crecimiento exponencial demográfico sobre todo de la juventud. Esto no es solo un dato estadístico: significa que el empleo, la educación y la migración serán los verdaderos campos de batalla del equilibrio global. Los países envejecidos necesitarán fuerza laboral joven; los países jóvenes necesitarán oportunidades reales o enfrentarán estallidos sociales y migratorios.

El calentamiento global ya no es una amenaza futura sino una realidad contable. Sequías, incendios y fenómenos extremos multiplican pérdidas humanas y económicas. El IPCC advierte que incluso cumpliendo parcialmente los acuerdos climáticos, la adaptación será costosa y desigual. Cada grado de aumento de temperatura erosiona seguridad alimentaria, salud pública y estabilidad política. No se trata solo de “salvar el planeta”, sino de evitar que el costo del cambio recaiga sobre los más pobres y sobre las generaciones que menos responsabilidad tuvieron en el daño.

Mientras la Inteligencia Artificial siendo algo prometedor entraña un peligro latente, pues se está acelerando más rápido que nuestra capacidad de regulación. En cuestión de años, los modelos generativos pasarán de escribir textos o crear imágenes a tomar decisiones complejas, analizar datos masivos y reemplazar tareas cognitivas humanas. El problema no es que la IA “nos quite el trabajo”, sino que concentre el poder en pocas manos: corporaciones o gobiernos que controlen los modelos, los chips y los datos. Como toda revolución tecnológica, puede ampliar el bienestar o ampliar la brecha. La diferencia dependerá de si la ponemos al servicio del bien común o del beneficio inmediato, todo ello con el ferreo control a su desarrollo instrumental, sin que en ningún caso pueda suponer una amenaza para el control o las decisiones humanas

En cuanto al stress que sugren los diferentes regímenes políticos, hace décadas que la erosión democrática avanza más silenciosamente que cualquier algoritmo. Según Freedom House y el proyecto V-Dem, más de la mitad del mundo vive hoy bajo regímenes autoritarios o híbridos. La manipulación digital (deepfakes, desinformación dirigida, vigilancia masiva) acelera esa tendencia. Si la inteligencia artificial se combina con el populismo, la mentira y la polarización, el resultado puede ser un control social sin precedentes. Pero también puede ser lo contrario: una herramienta para transparencia, participación y eficiencia pública. Todo dependerá de quién la controle… y para qué.

De ahí que se nos presentes tres futuros posibles: El escenario optimista donde Gobiernos y empresas cooperan en reducir emisiones, regular la IA y redistribuir beneficios tecnológicos. La humanidad logra combinar productividad con equidad. El escenario probable: donde se avanza de forma desigual. Algunos países logran prosperar gracias a la IA, otros se rezagan. La crisis climática obliga a adaptaciones costosas, pero evitamos el colapso. Y el escenario pesimista: donde fracasan los acuerdos globales, el clima desata migraciones masivas y la IA se usa para vigilancia y guerra informativa. La desigualdad y el autoritarismo se consolidan. Ninguno esta definido ad futuro, porque todo depende no de la tecnología, sino del marco ético y político que logremos construir.

¿Qué podemos hacer para revertir los malos augurios? Podríamos empezar por xigir políticas climáticas reales y presupuestos para adaptación local, democratizar la IA, con transparencia, auditorías y límites a su uso autoritario, invertir en educación y capacitación, porque el talento será el recurso más escaso del siglo XXI, cuidar las instituciones democráticas, resistiendo la desinformación y la apatía y fortalecer la cooperación internacional, aunque suene ingenuo: es la única vía racional para sobrevivir a problemas globales. Si queremos marcar nuestro futuro, la historia no debe ser escrita por las máquinas, sino por las decisiones humanas que las guíen. Si logramos usarla para ampliar derechos, sanar el planeta y compartir conocimiento, habremos merecido llamarla “inteligente”. Si no, solo será una herramienta brillante al servicio de nuestra ceguera y nuestra destrucción como especie humana.

 

 

Martes 21 de Octubre

Suicidios en España: Cunde la alarma

El suicidio: una urgencia silenciada

El suicidio se ha convertido en uno de los principales retos de salud pública en España. Cada día, más de 11 personas se quitan la vida y más de 200 lo intentan, lo que refleja una realidad tan dura como invisibilizada. Según los últimos datos, en 2023 se registraron 4.116 suicidios en el país, superando por amplio margen las muertes por accidentes de tráfico. Esta cifra no solo debería alarmar a los profesionales sanitarios, sino también interpelar directamente a la sociedad, a las instituciones y a los responsables políticos.

No hablamos solo de cifras, sino de personas. Historias truncadas, muchas de ellas en la flor de la vida. En particular, preocupa el aumento de suicidios entre jóvenes y mujeres, un fenómeno que sorprende y duele, porque revela el sufrimiento silencioso que atraviesan sectores de la población tradicionalmente ignorados por las políticas públicas en salud mental. Los suicidios se han convertido, junto con los accidentes de tráfico, en la primera causa de muerte no natural entre los jóvenes. Esta realidad apunta a un malestar profundo: estudiantes que no soportan la presión académica, adolescentes víctimas de acoso escolar, jóvenes atrapados en entornos familiares disfuncionales o atravesados por la violencia emocional. La adolescencia y la juventud son etapas críticas en la construcción de la identidad.

Pero en lugar de ser acompañadas con empatía y comprensión, muchas veces están marcadas por la exigencia, la incomprensión y la soledad. Y cuando el sufrimiento no encuentra escucha, puede derivar en decisiones trágicas. Otro dato inquietante es el incremento de suicidios en mujeres jóvenes. Aunque históricamente los hombres han protagonizado la mayor parte de los suicidios consumados, en los últimos años ha crecido la tasa entre mujeres, especialmente adolescentes. Los motivos pueden variar —desde problemas familiares, hasta violencia de género, trastornos alimentarios, presión social o acoso escolar—, pero el trasfondo es común: una salud mental fracturada y desatendida, porque uno de los principales obstáculos en la lucha contra el suicidio es el silencio.

 Muchas veces, por vergüenza, por miedo al estigma o por preservar la imagen del entorno familiar, el suicidio se oculta, se disfraza o se minimiza. Pero ese silencio es precisamente lo que impide avanzar en la prevención. Hablar del suicidio no incita, al contrario, salva vidas. Es fundamental generar espacios de diálogo seguros, promover campañas de concienciación y formar a profesionales y docentes en la detección de señales de alarma. También es clave contar con recursos accesibles y eficaces para la atención psicológica y psiquiátrica.

A pesar de que diversas asociaciones, colectivos de profesionales y familiares llevan años reclamando una estrategia nacional de prevención del suicidio, lo cierto es que las respuestas institucionales siguen siendo insuficientes. En muchas comunidades autónomas, los recursos en salud mental son escasos, los tiempos de espera para una consulta psicológica en la sanidad pública son inaceptables y el personal está desbordado. Urge invertir en salud mental, no solo con palabras o campañas esporádicas, sino con medidas estructurales: aumentar el número de psicólogos clínicos en el sistema público, mejorar la formación en prevención del suicidio, facilitar el acceso a atención gratuita para jóvenes y garantizar la intervención inmediata en casos de riesgo.

El suicidio no es solo un problema médico o psicológico. Es un síntoma de una sociedad que no cuida lo suficiente a sus miembros más vulnerables. Una sociedad que castiga el error, que aísla la diferencia, que exige sin comprender. Por eso, la prevención del suicidio requiere un enfoque integral: educativo, social, sanitario y comunitario. Es hora de que el suicidio deje de ser un tabú y se convierta en una prioridad política y social. Porque cada vida cuenta. Porque detrás de cada número hay una persona que, quizás, con el apoyo adecuado, con una palabra a tiempo, con un entorno más empático, podría seguir aquí.

 

Domingo 20 de Octubre

Anatomía de un País

Con motivo de la próxima edición de mi libro "Anatomía de un País" os dejo el preámbulo del mismo.

España, como nación, ha sido testigo de una historia plagada de transformaciones profundas, tanto políticas como sociales, que han dejado una huella indeleble en su estructura y en su identidad colectiva. Sin embargo, en las últimas décadas, una constante que ha marcado el devenir del país ha sido la crisis política y moral que atraviesan sus instituciones. En este libro, me propongo explorar con mirada crítica las complejidades de esa crisis, desentrañando las dinámicas de la corrupción política que, lejos de ser un fenómeno aislado, constituyen un componente estructural de un sistema que, a menudo, se revela más inclinado a perpetuar los intereses de una élite, que a responder a las necesidades del pueblo.

A lo largo de su historia, ha sido un escenario de paradojas. Un país que, entre la pujanza de su cultura, la belleza de sus paisajes y el peso de su legado histórico, arrastra una serie de grietas profundas que definen no solo su presente, sino también su devenir futuro. Este libro se adentra en esos pliegues ocultos, en las estructuras de poder que, a menudo, funcionan más allá del aparente brillo democrático, para develar los mecanismos que sostienen las desigualdades sociales, la corrupción sistémica y la crisis política que sacuden sus cimientos.

Esa corrupción que en España ha alcanzado una magnitud que trasciende el acto individual de los políticos corruptos para convertirse en un "modus operandi" de las estructuras de poder. Desde las altas esferas del Gobierno central hasta las administraciones autonómicas y locales, el clientelismo, la malversación de fondos, el tráfico de influencias y el financiamiento ilegal de partidos han sido prácticas que han corroído la confianza de la ciudadanía en sus instituciones. La corrupción, lejos de ser un "problema marginal", se ha consolidado como un fenómeno sistémico que afecta las decisiones políticas, el reparto de recursos y, lo más grave, la cohesión social.

El esperpento político, ese componente casi teatral y grotesco de la política española, no es mera exageración de la realidad; es la manifestación de un sistema que ha sido incapaz de resolver sus contradicciones internas y que ha permitido que se afiance un círculo vicioso de impunidad, clientelismo y una creciente desconfianza en las instituciones. La crisis no es solo económica, sino también moral y ética. En este marco, las desigualdades sociales se agravan, multiplicando los desequilibrios entre clases y territorios, mientras la promesa de una democracia plena y equitativa se va desmoronando en la práctica.

Este fenómeno no es solo una cuestión de mala gestión o de errores de individuos; es el reflejo de un sistema político que ha permitido que las redes de poder se fortalezcan a través de la impunidad y el blindaje de los actores políticos que, en lugar de velar por el bien común, se han dedicado a garantizar su permanencia en el poder a costa de la integridad pública. La descomposición ética de las instituciones no ha sido una casualidad, sino el resultado de décadas de prácticas clientelistas y de una cultura política en la que el "todo vale" ha sido una constante, sobre todo en momentos de crisis económica y social. La "corrupción sistémica", como la llaman algunos analistas, ha sido alimentada por una clase política cuya desconexión con la ciudadanía es cada vez más patente.

 La promesa de una democracia plena y justa ha sido traicionada por el mal uso de los recursos públicos, el favorecimiento de intereses privados y la creación de una red de clientelismo que se extiende desde las esferas más altas hasta los entornos más cercanos a la administración local. Los escándalos de corrupción, lejos de ser excepciones, se han convertido en episodios recurrentes en la vida política del país, lo que ha generado un círculo vicioso de desconfianza, cinismo y desesperanza entre los ciudadanos.

Como antes he dicho este modus operandi no se limita a la esfera política, sino que se extiende a los grandes conglomerados empresariales y mediáticos, creando una maraña de intereses que entrelazan el poder económico con el poder político de una manera tan intrínseca que las fronteras entre ambos parecen difuminarse. Las conexiones entre grandes empresarios, banqueros y políticos han sido fundamentales para sostener el statu quo, creando una suerte de "oligarquía" que preserva sus privilegios a través de prácticas corruptas que afectan gravemente la competitividad económica, la justicia social y la transparencia en la gestión pública.

 Pero la corrupción no es solo un mal que se pueda analizar a nivel macro. En el día a día, los ciudadanos sienten el peso de las malas decisiones políticas, de la falta de justicia, de la impunidad de aquellos que han saqueado el erario público sin consecuencias reales. Esta situación ha alimentado un sentimiento de frustración y desafección con las instituciones, lo que se traduce en un profundo desencanto político que, lejos de solucionarse, se perpetúa en una política cada vez más alejada de los intereses de la mayoría. Al analizar esta corrupción política, resulta crucial también entender su dimensión cultural y psicosocial. España, con su riqueza de tradiciones y complejidad social, ha sido históricamente una nación marcada por la lealtad a los grupos y a los intereses particulares por encima de los del conjunto de la sociedad. Esta mentalidad de "lo mío primero", sumada a la falta de un sistema judicial y político que funcione de manera efectiva, ha facilitado la proliferación de redes de poder que operan al margen de la ley y que han impuesto su dominio sobre el bienestar colectivo.

 El esperpento político, ese espectáculo grotesco que tantas veces define la imagen de la política española, es en muchos casos la cara visible de esta profunda podredumbre que se oculta bajo la superficie. La constante exposición mediática de los escándalos, la falta de rendición de cuentas y el juego de intereses detrás de cada decisión han creado una atmósfera en la que la política se convierte en un teatro de marionetas, donde las instituciones no sirven al pueblo, sino que se sirven de él.

Este libro no solo pretende desentrañar las raíces y las consecuencias de la corrupción política en España, sino también reflexionar sobre sus implicaciones en la vida cotidiana de los ciudadanos. En un país que sigue luchando por encontrar su identidad en medio de la globalización y los desafíos internos, la corrupción es uno de los principales obstáculos que impide el progreso hacia una sociedad más justa, equitativa y cohesionada.

En última instancia, la crisis política y las desigualdades sociales que derivan de la corrupción son inseparables de la idiosincrasia española. En una nación donde el pueblo ha demostrado una capacidad asombrosa para resistir y adaptarse, esta corrupción sistémica representa una amenaza existencial para el futuro de España. Pero la historia también ha mostrado que, a pesar de todo, la lucha por la justicia y la equidad sigue viva, y que la conciencia crítica de los ciudadanos puede ser una poderosa herramienta para revertir esta situación.

A lo largo de estas páginas, a modo de crónica, podrás ver la anatomía e idiosincrasia de fenómenos políticos y sociales que evidencian un sistema que aún brillando, alberga degradación, podredumbre y repugnancia en su interior. Txt. Manuel Fernández

 

 

Sábado 18 de Octubre

¿Crecimiento económico? ¿Para quien?

La pobreza oculta en España

Nos repiten como un mantra que España es el país que más crece de la Unión Europea. Lo dicen en titulares, lo celebra el Gobierno, lo aplauden los grandes medios. Pero basta con salir a la calle, con mirar alrededor, para darse cuenta de que ese crecimiento no nos está llegando a todos. Ni de lejos. Porque mientras nos venden cifras récord de PIB, de empleo, de inversión extranjera, casi 13 millones de personas en este país viven en la pobreza. Y lo más grave: 4 millones sufren pobreza severa, muchos de ellos niños. Sí, uno de cada tres niños en España está creciendo sin lo básico. Sin una alimentación adecuada, sin una vivienda digna, sin futuro. ¿Y aún así tenemos que aplaudir el "milagro económico"? No. ¿Tenemos que tragarnos el cuento de que “vamos bien” mientras hay trabajadores que no pueden pagar la luz, el alquiler o simplemente llenar la nevera a final de mes? Pues no. ¿Que aún teniendo un puesto de trabajo no salen de la pobreza? Que vergüenza. Basta ya de cinismo. Esto no es una crisis puntual ni una mala racha. Es pobreza estructural, esa que se hereda, que se cronifica, que arrasa generaciones enteras. Es el resultado directo de un sistema que protege los privilegios de una minoría poderosa mientras condena a la mayoría a sobrevivir como puede. Porque no nos engañemos: aquí no falta riqueza, lo que falta es justicia. Los que generan la riqueza de este país, los que se levantan cada día a trabajar en condiciones precarias, con sueldos bajos y contratos basura, no ven ni una migaja del pastel.

 Mientras tanto, las grandes fortunas siguen engordando sus beneficios, evadiendo impuestos con total impunidad y dictando la agenda económica desde sus despachos. Y aún hay quien tiene la desvergüenza de llamarlo "progreso". ¿Dónde están las políticas valientes? ¿Dónde está una reforma fiscal que haga pagar más a los que más tienen? ¿Dónde está la apuesta real por vivienda pública, por sanidad de calidad, por una educación que no dependa del código postal donde naces? ¿Donde esas ayudas energéticas para las familias a las que no les alcanza para pagar luz, gas, calefacción o agua, mientras las eléctricas tienen beneficios súper millonarios año tras año? ¿Porque no se corrigen estas deficiencias en un país moderno y del primer mundo que se llama progresista? La respuesta es siempre la misma: en el cajón del “no conviene molestar a los poderosos”. La realidad es que la riqueza se reparte cada vez peor.

El crecimiento va para arriba, no hacia los lados. Y mientras tanto, millones de personas sufren en silencio, olvidadas, ignoradas, viviendo en condiciones que en un país que presume de modernidad y democracia deberían escandalizarnos. Ya basta de vendernos humo. Ya basta de normalizar lo inaceptable. No hay crecimiento posible si la mayoría no puede vivir con dignidad. Y no habrá justicia social si seguimos tolerando que los de siempre se lo lleven todo mientras los demás apenas sobreviven. El país que más crece, dicen. Pues que se lo expliquen a esa madre que no sabe si podrá pagar la calefacción este invierno. O a ese joven con dos carreras que salta de beca en beca sin futuro o se ve obligado a emigrar a otro país para tener un sueldo digno. O a ese abuelo que tiene que elegir entre medicinas o comida. Porque si el crecimiento no llega a ellos, no nos sirve de nada. Esto tiene que cambiar.

En España, uno de cada tres niños y niñas vive en riesgo de pobreza o exclusión social. Detrás la estadística se esconde una dura realidad. Niños y niñas que crecen en viviendas precarias, sin acceso a una alimentación sana y en hogares donde se viven situaciones de incertidumbre y desesperación debido a la inestabilidad de los empleos de sus padres.   La pobreza infantil es un problema estructural que no solo limita el presente de los niños y niñas, sino que también compromete su futuro.  

 La pobreza deteriora la salud física, limita el rendimiento escolar y provoca más ansiedad, tristeza o problemas de conducta. Los niños con menos recursos acceden más tarde al sistema educativo, repiten más curso y abandonan antes los estudios. Todo esto afecta directamente a su autoestima y sus oportunidades de vida.  Un niño o niña que crece en una familia con pocos recursos hoy tiene muchas más probabilidades de ser un adulto sin posibilidades el día de mañana. La pobreza se hereda y se cronifica si no se interviene a tiempo. 

Por eso, invertir en infancia no es solo justo, es inteligente: mejora la cohesión social y reduce costes futuros en sanidad, desempleo y asistencia social. 

 

 

Domingo 11 de Octubre

La Esencia de un Pueblo, mi Pueblo

La esencia de un pueblo no se mide en su tamaño ni en el número de sus habitantes, sino en los detalles que le dan vida: en cada amanecer dorado que asoma tras las colinas, en el canto tímido de los pájaros que despiertan el día, y en la brisa que acaricia las calles adoquinadas aún dormidas. Es en la quietud del alba donde se manifiesta su alma, en ese silencio que no es vacío, sino lleno de presencia: la del tiempo que no corre, sino que se posa con suavidad sobre las casas, las plazas y los caminos. Cada hogar, con su llama encendida, guarda historias transmitidas al calor del fuego; historias que no se cuentan a gritos, sino en susurros, en miradas, en gestos que hablan de generaciones unidas por la memoria y la esperanza.

El quehacer diario se convierte en un acto de amor silencioso: el pan que se hornea con manos sabias, los campos que se labran con respeto por la tierra, las manos que se entrelazan para sostenerse mutuamente en el día a día. El entorno natural no es solo un paisaje, sino un cuadro vivo que cambia con las estaciones, pintado con pinceladas de luz, de agua y de tierra. Las montañas, los ríos, los árboles centenarios son testigos del paso del tiempo y custodios de una belleza que no necesita adornos: quieta, atemporal, humilde. Aquí, la naturaleza no es solo paisaje, sino parte del alma del lugar. Los campos, los árboles, el murmullo del viento y el paso de las estaciones hablan un idioma antiguo, que se entiende con el corazón.

Y en medio de esa naturaleza, sus gentes caminan con paso sereno, llevando en sus rostros la dignidad de quienes saben vivir con poco y agradecerlo todo. Pero quizás la mayor riqueza de un pueblo reside en su capacidad de crear comunidad incluso en la distancia. Porque aun en la aparente soledad de sus rincones, siempre hay una puerta entreabierta, una sonrisa dispuesta, una taza de café compartida. En estos lugares, la armonía no es una meta, sino una forma de vivir. Los corazones laten al mismo ritmo, conectados por una red invisible de afecto, solidaridad y pertenencia.

Así, incluso quien vive aislado, nunca está realmente solo. En ese remanso de paz y en ese santuario de humanidad cotidiana, la esencia del pueblo perdura, intacta, como un susurro que se transmite de generación en generación, recordándonos que hay lugares donde el tiempo no corre, sino que se detiene a contemplar. Porque en cada gesto cotidiano y en cada mirada amable, la esencia del pueblo permanece viva. Donde cada corazón, aunque aislado en la distancia, nunca está solo. Aquí, en este rincón del mundo, la vida se vive con sentido, con raíces y con esperanza.

 

 

 

Viernes 10 de Octubre

¿Mañana Europa será musulmana?

      En bares, calles, tertulias y redes, se oye una frase que inquieta: “Europa acabará siendo musulmana.” Una pregunta que va más allá del miedo.
Europa entera vive un momento delicado: menos nacimientos, más migración, más mezcla de culturas. Es un cambio profundo, y lo desconocido siempre asusta. La gente lo dice con preocupación, mirando cómo bajan los nacimientos y cómo llegan familias de otros países con una tasa de natalidad que triplica a la nuestra, con otras costumbres, con otra fe. Es un pensamiento que surge del miedo, pero también de la incertidumbre que muchos sienten al ver cómo va cambiando Europa. Es verdad que Europa envejece (por desgracia España bate el record de envejecimiento).

 Y es que cada año nacen menos niños. La natalidad española está en torno a 1,2 hijos por mujer, muy por debajo del nivel de reemplazo (2,1). En familias inmigrantes musulmanas residentes en España, la media se sitúa entre 2,9 y 3,8 hijos por mujer, según el INE y estudios de la Fundación BBVA. Esto significa que, si las tendencias se mantuvieran durante varias generaciones, la proporción de población musulmana podría duplicarse o triplicarse en 40–50 años, aunque sin llegar a una mayoría (estaríamos hablando de un 27–41% hacia mediados de siglo, no de un 51%). Lo que sí cambiará, y ya está cambiando, es la composición cultural, religiosa y simbólica del país: más mezquitas, más festividades diversas, más pluralidad religiosa en las escuelas. Pero los números no cuentan toda la historia.

  Es mas, cuando los gobiernos con diferentes regimenes cambian, transforman la sociedad de acuerdo con sus ideologías ya sean sociales, económicas o religiosas. En casi todos los países  ha pasado igual (Afganistan, Iran, Pakistan): las familias inmigrantes no se integran con las locales y la religión se vuelve política.  Irán y Pakistan sufrieron el mayor retroceso cuando cambió el sistema político, recordando cómo el poder religioso se impuso y las libertades desaparecieron. 

Lo que preocupa es que pasará cuando las mayorías musulmanas acogidas a un regimen democratico puedan votar y elegir sus gobernantes. ¿Impondrán la saria para las mujeres? ¿Les robarán sus derechos? Es una duda que preocupa e inquieta. El reto no es si “seremos musulmanes”, sino cómo manejar esa transición cultural sin fracturar la cohesión social, sin lesionar nuestras costumbres, nuestra cultura, nuestros derechos, nuestro sistema de garantias, nuestra civilización.

 

 

Jueves 9 de Octubre

¿Esperanzas para la Paz? Inshallah

Israel podrá ganar la guerra, pero no la Paz

Israel puede ganar la guerra en Gaza, pero difícilmente conquistará la paz. Las armas pueden imponer silencios, pero no borrar la memoria ni el sufrimiento de un pueblo. Lo que estamos presenciando no es solo un conflicto militar, sino una tragedia humanitaria de proporciones históricas. Miles de víctimas civiles (en su mayoría mujeres y niños) han perdido la vida. Barrios enteros han sido arrasados, hospitales reducidos a ruinas y familias enteras desplazadas. La falta de agua, alimentos y medicinas ha convertido la Franja de Gaza en un territorio de desesperanza. Más que una guerra, parece un castigo colectivo a una población atrapada entre el fuego y el olvido. Israel argumenta actuar en defensa propia frente a los ataques de Hamás. Sin embargo, cuando la respuesta provoca la muerte indiscriminada de inocentes y el colapso de la vida civil, el discurso de la autodefensa se desmorona.

El derecho a la seguridad no puede sustentarse sobre la violación de los derechos humanos ni sobre la destrucción total de un pueblo. La victoria militar, si llega, será una ilusión momentánea. Ninguna bomba puede erradicar el resentimiento ni el dolor acumulado por generaciones. Cada niño que crece entre ruinas y pérdidas es una semilla de rencor y de memoria. Y esa memoria, tarde o temprano, se convierte en historia, en reclamo y en resistencia. El verdadero desafío de Israel no está en ganar la guerra, sino en ganar la paz. Pero la paz no se construye con tanques ni bloqueos, sino con justicia, reconocimiento y dignidad compartida.  Porque si las guerras pueden resolverse con armamento y estrategia, la paz requiere algo que no se conquista por la fuerza, sino con justicia, memoria y reconciliación. Israel justifica sus operaciones como parte de su derecho a la autodefensa frente a los ataques de Hamás.

Sin embargo, el castigo colectivo sobre la población civil ha traspasado los límites del derecho internacional humanitario. Ninguna causa, por legítima que sea, puede justificar la muerte masiva de inocentes ni el uso del hambre y la miseria como instrumentos de presión. Mientras la población palestina siga viviendo en condiciones inhumanas, la seguridad israelí será siempre frágil, y la reconciliación, imposible. Porque ninguna nación puede encontrar la paz cuando el precio de su victoria es el sufrimiento de miles de inocentes. Israel podrá ganar la guerra, sí, pero mientras las madres palestinas sigan llorando a sus hijos y los hijos a sus madres, la paz será un espejismo tras el que se esconde el sempiterno deseo de venganza y justicia.

Es preciso que Israel se concience de que la paz no se obtiene con superioridad bélica. La paz solo se construye reconociendo el dolor del otro, restituyendo derechos y buscando una convivencia basada en el respeto y la equidad. Mientras eso no ocurra, el silencio de las armas será apenas una tregua, no una reconciliación. Y en cada rincon, en cada esquina o en cada calle, puede saltar de nuevo la tragedia, porque el dolor, el crimen, el sufrimiento y la barbarie, quedan en el alma y en la memoria  para siempre.

 

 

Miércoles 8 de Octubre

La vanidad de la vida y la mentira de la existencia

“Pues si vemos lo presente cómo en un punto se es ido y acabado, si juzgamos sabiamente daremos lo no llegado por pasado...” -Jorge Manrique.

Vivimos creyendonos eternos, sin apreciar que todo es fugaz, que todo se va y nada permanece, y nos autoengañamos  pensando que nuestra vida es estable y que avanza sobre suelo firme. Pero basta un instante de lucidez —una pérdida, una pausa, un silencio— para advertir que todo es fugaz, que la existencia es un sueño sostenido por la mentira del tiempo. Porque la existencia se sostiene sobre una ilusión de permanencia, una mentira necesaria para vivir. Jorge Manrique, en sus célebres Coplas por la muerte de su padre, lo comprendió con una claridad casi metafísica: todo pasa, todo se desvanece, nada permanece. Lo presente se hace pasado antes de que alcancemos a nombrarlo. El ser humano, en su deseo de durar, se aferra a sombras: riquezas, honores, recuerdos, deseos. Y sin embargo, como él mismo advierte, “todo ha de pasar por tal manera”.

 Desde una mirada filosófica, esta conciencia de lo efímero es el núcleo de la verdad trágica de la existencia. Lo que llamamos “vida” no es más que un fluir constante, una sucesión de apariencias que se destruyen en el mismo momento en que nacen. El yo, el mundo, incluso la memoria, son ficciones que nos permiten soportar el vértigo del cambio. La vida, en su esencia, es una ilusión sostenida por la necesidad de creer en algo duradero. Esta es la gran vanidad: la pretensión de construir eternidad dentro del tiempo. Buscamos dejar huella, conquistar un sentido, cuando en realidad todo se disuelve en el mismo mar del olvido. Lo sabía Heráclito cuando afirmó que nadie se baña dos veces en el mismo río. Lo intuyó Schopenhauer al hablar del mundo como representación.

Lo gritó Nietzsche al desenmascarar la fe en el ser. Sin embargo, reconocer la mentira de la existencia no implica rendirse al vacío, sino vivir con conciencia de lo efímero. Saber que nada dura puede convertirse en una forma de libertad: la de no esperar más de la vida de lo que la vida puede dar. Amar el instante, sabiendo que no se repetirá, es quizás la única manera de vivir verdaderamente. Porque todo lo demás —poder, gloria, apariencia— no es más que eso: vanidad de vanidades, polvo que el tiempo dispersa.

Cuando comprendas que el devenir no es permanencia, que es absurdo construir o fundar tu felicidad sobre aquello que inevitablemente desaparecerá, comprenderás la vanidad  de intentar dar solidez a lo que por naturaleza es fugaz y que todo lo que amas y posees etá condenado tambien a desparecer. ¿De que nos serviran todas nuestras riquezas, todo nuestro poder si nuestro tiempo se acaba? De nada, porque todo es efímero y fugaz, todo desaparecerá, porque todo es polvo y vanidad.

 

Lunes 6 de Octubre

La religión: el espejismo que consuela 

Karl Marx decía allá en el 1844 que la religión era el opio que adormecía la razón y la conciencia crítica, con el objeto de consolar al ser humano frente al sufrimiento, las injusticias y la precariedad de la vida, dando esperanzas en un mas allá ficticio, generando un sentido a nuestra existencia, ante tanto despropósito, para calmar la angustia existencial. Las consecuencias: bloqueo del pensamiento libre, sometimiento de la voluntad y el pensamiento crítico, represión de la libertad y el progreso en todos sus ámbitos y facetas y alejamiento de la realidad. Pero además la religión ha supuesto la sumisión y aceptación de las desigualdades, el bloqueo de expresión artistica, cientifica o intelectual, la resignación fente a las injusticias y el poder avasallador.

 Desde el punto de vista psicológico la religión como analgésico ha supuesto un alivio frente a las calamidades de la vida, pero también ha servido para adormecer la conciencia crítica, ha esclavizado la libertad de pensar (no puedes cuestionar ni hacer una reflexión personal) y ha perpetuado las ilusiones y fantasias que le alejan de la realidad, de tal forma que lo que se organizó para que sirviera de consuelo termina siendo una forma de esclavitud intelectual y personal, desde el momento en que desde la jerarquia se dicta la forma "correcta" de vivir, pensar y sentir. Decir que la religión es el opio del pueblo es hablar de una herida y de un refugio al mismo tiempo. Es cierto que la religión, con sus promesas de eternidad y sus imágenes de un cielo justo, ha sido para millones de personas un bálsamo contra la desesperanza. Cuando la vida se vuelve insoportable, cuando el dolor supera la fuerza humana, creer que existe un sentido más allá de lo visible puede ser el único alivio posible.

 En ese aspecto, la religión consuela, calma, acaricia, aunque te halles dentro de una prisión, porque una mente que acepta dogmas que no se permiten cuestionar ni reflesionar sobre los mismos, deja de ser libre. Y es que ante el sufrimiento cualquier ficción la damos por válida si nos calma el dolor. Que el ser humano acepte la promesa de un cielo futuro, para aceptar resignadamente las injusticias mientras transitas esta vita terrenal, me parece un burla y una tomadura de pelo, que no solo te indigna, también te apena, porque es muy triste que jueguen con tu inocencia. Lo que está claro es que la religión ha frenado la evolución espiritual del ser humano desde el momento en que su comportamiento no esta basado en un criterio racional, sino en el miedo a castigos infernales en la otra vida. Y allí donde debe haber búsqueda se transforma en sumisión y obediencia.

Allí donde debería haber preguntas florecen prohibiciones, y allí donde podría haber libertad se alza el muro de las cadenas. Yo me confieso ateo, no por incredulidad natural, sino por honestidad intelectual y por sentir de manera diafana la realidad.

 

 

Domingo 5 de Octubre

Cuando el empleo ya no garantiza escapar de la pobreza.

Nos han vendido la idea de que con un empleo basta para salir adelante, que el trabajo es el camino hacia la libertad y la dignidad. Pero la verdad es otra: hoy en día puedes trabajar ocho, diez o doce horas, tener un sueldo fijo y seguir siendo pobre. El crecimiento económico es el mantra que repiten gobiernos y empresas, pero ese “crecimiento” jamás llega a los bolsillos de quienes realmente sostienen el sistema. ¿Dónde se esconde toda esa riqueza? ¿Quién se la queda? Porque lo que sí vemos es cómo los asalariados tienen que elegir entre pagar el alquiler o llenar la nevera, entre facturas de luz imposibles y salarios de miseria que apenas alcanzan para sobrevivir. Y resulta paradógico que hablen de crecimiento económico cuando año tras año aumenta la desigualdad, se pierde poder adquisitivo, aumentando la pobreza a pesar de optimizar la economía del pais.

Y la realidad es que los sueldos ya no alcanzan  para cubrir el coste real de la vida, sobre todo de la vivienda, productos basicos de alimentación, luz, gas o transporte. Si a eso le añades la precarización en el empleo (cada día hay mas fijos discontinuos), empleos de temporada y falsas contrataciones, con una inflación estructural que no se detiene y que supera con creces las subidas salariales, la situación para la mayoría de los trabajadores se convierte en penosa. La consecuencia mas inmediata es que los jóvenes ven un futuro incierto, cuando no bloqueado, sin posibilidad de acceso a la vivienda y poca o nula estabilidad en el empleo. ¿Que soluciones técnicas, que no políticas podrían aplicarse para paliar la penosa situación? Pues a mi entender lo primero debiera ser "Subir el salario mínimo en linea con el coste real de la vida, regular el mercado de la vivienda limitando el precio del alquiler "frenando la especulación", aplicar la carga fiscal dependiendo de los ingresos y consolidar los derechos sociales básicos: sanidad, energía, alimentación, educación y techo. Porque si estamos ante un modelo económico que genera riqueza, lo lógico es que genere bienestar para todos, no solo para esa élite peivilegiada, disminuya la desigualdad y el trabajo tenga garantia de estabilidad con un salario digno y acorde con el coste de la vida.

 Es hora ya de que ese crecimiento llegue tambien a los bolsillos de quien mas lo necesitan y que repito,  paradogicamente son los que sostienen el sistema. Póngase las pilas, sres políticos y hagan política de verdad, política para mejorar la vida de los mas necesitados, no para mejorar la vuestra, a costa del trabajo y los impuestos que pagan los demás.

 

Sábado 4 de Octubre

¿Saber la verdad o mantenernos en la ignorancia?

Reflexión poético-filosófica sobre la verdad y la ignorancia

El deseo de conocer la verdad es una de las tendencias instintivas más profundas del ser humano. Sin embargo, como bien expreso en la cita  que ves arriba, no toda verdad libera; algunas duelen, otras desilusionan, y muchas nos obligan a romper con las cómodas ficciones que nos daban sentido o seguridad. De ahí nace el conflicto: ¿vale más una verdad que hiere o una ignorancia que consuela? Pero vivir en la ignorancia por miedo al sufrimiento es como taparse los ojos ante un abismo: no lo ves, pero sigue ahí. Y cuando llegue el momento de actuar o decidir, no tener claridad puede costarnos más que el dolor de haber conocido.

 Por otro lado, entregarse a la verdad sin medida, sin madurez emocional o sin capacidad crítica, puede llevar al cinismo o la desesperanza. Por eso, en mi humilde opinión, no se trata de ignorar ni de buscar compulsivamente; se trata de aplicar buen juicio, equilibrio, y sobre todo, humildad. La sabiduría no está en saberlo todo ni en evitar el saber, sino en saber cuándo es tiempo de buscar, cuándo de esperar, y cuándo de aceptar. La verdad puede doler, sí, pero también puede sanar.

Y en última instancia, una felicidad auténtica no puede construirse sobre la mentira, sino sobre una comprensión compasiva y profunda de la realidad. Sin embargo no podemos obviar, que hay en el alma humana una sed antigua, tan vieja como el tiempo: la de conocer la verdad. Pero, ¿qué es la verdad sino un espejo roto en mil fragmentos, donde cada pedazo refleja una parte del todo, y a veces también nuestro propio rostro, herido por lo que no esperábamos ver? Se ha dicho con razón que la ignorancia puede ser un refugio, un jardín sin sombras donde la conciencia duerme tranquila. Y es cierto: quien no ve, no sufre; quien no sabe, no duda. Pero también es cierto que ese jardín, por más bello que parezca, no deja de ser una jaula de cristal.

 Tarde o temprano, la vida llama a la puerta con su puño de realidad. No, no conviene entregarse ni a la ignorancia voluntaria ni a la verdad desnuda y sin compasión. Ambas pueden destruir, si no se abrazan con madurez. La sabiduría —esa flor rara que no todos cultivan— nace en el punto medio: entre el silencio prudente y la búsqueda paciente; entre la lucidez y la ternura. Porque la verdad no siempre se impone como un rayo.

A veces se revela como el alba: lentamente, con matices, sin violencia. Y solo quien ha vivido, quien ha amado y perdido, quien ha mirado hacia adentro sin temblar demasiado, puede sostener su peso sin quebrarse. Así que no se trata de correr tras la verdad ni de huir de ella. Se trata de caminar con ella. De saber que algunas verdades duelen, pero también enseñan; y que no hay mayor engaño que vivir felices en la mentira. Al final, el saber que libera no es el que infla el orgullo, sino el que enseña humildad. Y si algunas verdades llegan como tormentas, otras llegan como lluvia suave.

Algunas nos rompen, otras nos liberan. Pero todas, si se acogen con humildad, si se comprenden con amor, pueden convertirse en luz. Tu elijes. ¿Vivir un sueño y ser feliz, o adentrarte en la cruda realidad y llenarte de amargura y pesar? Yo por supuesto elijo afrontar con madurez y valentia la realidad, pero sin dejar de soñar, porque la misma vida es una broma cruel y un sueño falaz. fenix@. mañana: El Opio del pueblo que controla y manipula a millones de personas haciéndolas felices.

 

Jueves 2 de Octubre

Es hora de que el  mundo entero se una para neutralizar la barbarie de Israel y su impunidad para asesinar inocentes

Israel se ha convertido en un Estado que actúa impunemente, blindado por alianzas políticas y militares, pero cada vez más aislado moralmente frente a la conciencia de los pueblos ¿Hasta cuándo el mundo va a mostrase sumiso y resignato ante la barbarie de Israel? Ataca hospitales, mata civiles, asesina niños y mujeres, provoca hambruna infatil con resultado de muerte, no respeta los Tratados Internacionales  ni los Derechos Humanos, impide la llegada de ayuda humanitaria en aguas maritimas que no le pertenecen y sigue actuando despiadada y brutalmente con total impunidad. Esto no es conflicto, es un crimen programado, una masacre y un evidente genocidio. Es hora de que el mundo entero actue para frenar a este monstruo y neutralizarlo.

Y no saquen a relucir lo de que asi apoyamos a Hamas, porque tambien condenamos el brutal asesinato cometido por los terroristas. Dicho esto, cada día que pasa, el Estado de Israel sigue masacrando al pueblo palestino ante los ojos del mundo. Los bombardeos a Gaza, el asedio inhumano, los desplazamientos forzados, la destrucción de hogares, hospitales y escuelas, constituyen una política de exterminio que debe ser condenada con todas las letras: genocidio. No contento con eso, atacar flotillas humanitarias en aguas internacionales, que llevan alimentos y medicinas a una población sitiada, en un gesto de matonismo, brutalidad, arrogancia e impunidad.

Israel actúa como un Estado tirano y agresor, escudado en su poder militar y en el silencio cómplice de muchos gobiernos. Pero los pueblos del mundo no somos ciegos ni sordos. Sabemos que lo que está ocurriendo en Palestina es una limpieza étnica lenta, sistemática y calculada de forma cruel y despiadada como en su día hizo Hitler en el supuesto holocausto judio. Y ya no basta con sanciones internacionales, juicios en tribunales internacionales, ruptura de relaciones diplomáticas, boicot, desinversiones y sanciones, hay que pararlo de una forma u otra, hay que dar una respuesta firme y contundente.  Porque si asesinan  sin condena real no habrá justicia. Si se sigue permitiendo que masacren a inocentes les daremos carta de impunidad. Si el mundo lo tolera se adormecerá la conciencia de la humanidad.

 Y el día de mañaña nos recordará como complices y cobardes que nos resiganamos a soportar el asesinato, el crimen, la injusticia, la barbarie y la maldad. La reciente interceptación de flotillas humanitarias en aguas internacionales con rumbo a Gaza, destinadas a llevar alimentos, medicinas y asistencia a una población asediada, no solo representa un acto de piratería estatal, sino que demuestra el uso sistemático de la fuerza bruta contra iniciativas pacíficas. Atacar ayuda humanitaria es un símbolo del desprecio por la vida y por los esfuerzos de la comunidad internacional para aliviar el sufrimiento del pueblo palestino. La historia juzgará a quienes, pudiendo actuar, optaron por el silencio o la complicidad. También juzgará a quienes han convertido el derecho a la resistencia de un pueblo en una excusa para justificar su exterminio sistemático.

 

 

 

Lunes 29 de Septiembre

¿Existe la España vaciada?

Pero primero pongámonos en contexto ¿Que es la España vaciada? El término se usa para describir las áreas rurales de España que han experimentado un descenso sostenido de población durante las últimas décadas, con envejecimiento demográfico, migraciones hacia áreas urbanas, pérdida de servicios públicos, menor actividad económica, etc.  Aunque hay ediles que lo niegan, la verdad es que esa España vaciada existe y las causas de esa despoblación todos las conocemos. Negarlo es ir contra la cruda realidad. Por desgracia Zamora es una de las provincias inmersa de lleno en esa España vaciada. La evolución negativa de su demografía asi lo constata. Ahora pregúntate. ¿En tu pueblo se dan estas circunstancias?

Pero ciñámonos a los datos recientes publicados por los medios de comunicación que muestran la despoblación y sus causas: 1) Zamora es una de las provincias que más población ha perdido en los últimos años. El País+5elDiario.es+5OndaCero+5;  2) Concretamente, desde 1999, Zamora ha perdido alrededor del 16 % de su población. elDiario.es ;   3) En los últimos 50 años Zamora ha perdido cerca del 34,42 % de su población. NoticiasGalicia.com :    4) En el último año (datos recientes), Zamora fue una de las provincias con mayor tasa de pérdida porcentual de población entre las españolas. OndaCero+1, etc, etc, etc.

Y ahora expongamos los  motivos que ya todos conocemos: Los jovenes que emigran en busca de empleo, estudios o servicios culturales y de ocio, la baja tasa de natalidad, el envejecimiento demográfico, la debil economía local y la falta de empleo, infraestructuras y servicios insuficientes desconexión digital y tecnológica, lo que nos lleva a una espiral negativa: La pérdida de población lleva a menos demanda de servicios, lo que conduce al cierre de colegios, consultorios médicos, oficinas administrativas, tiendas… lo que a su vez provoca que más personas se marchen, empeorando la situación. Los retos y obstáculos para revertir esa situación son ingentes y muy difíciles de reiniciar una situación que ya es irreversible.

Porque recuperar esa población perdida no solo implica traer gente, sino asegurar que se quede: empleo estable, servicios, calidad de vida, conexión digital, transporte., etc.. por otro lado el envejecimiento de dicha población hace muy difícil el reemplazo por falta de nacimientos y según la información aportada Zamora tiene la población mas envejecida de España, donde mas se emigra y donde hay menos nacimientos.

Crudo lo tenemos. Y aunque se han puesto algunas medidas en marcha la situación es irreversible. Lo mas preocupante es la tendencia y proyección demográfica en el tiempo. Según el INE, la provincia de Zamora seguirá teniendo una perdida continuada de habitantes a tenor de las variables de edad, nacimientos y servicios con un resultado probable de una pérdida  entre un 15 y un 20% de población en los municipios pequeños y entre un 10 y un 15% para el conjunto de la provincia, lo que supondría una perdida de unas 30.000 habitantes para el 2031.

En cuanto a mi pueblo, la proyección demografica en cuanto a perdida de población la situa en un 3,2% anual, lo que significa que el 2030 tendriamos 161 habitantes, para el 2024, 112 y para el 2050 quedarían 69, y hablamos de empadronados, porque los residentes estarian entre 9 y 15 habitantes. Que nadie me atribuya nada con enfasis, son datos del INE Y ahora, si os sirve de consuelo, podemos seguir diciendo o pensando que Zamora no está en la España vaciada y que los pueblos tienen futuro demográfico. Pero si somos coherentes aceptaremos una realidad, que no deja de ser dura, con la que tenemos que bregar , adaptarnos y mejorar la situación en todo lo que podamos. ver: demografía

 

 

Domingo 28 de Septiembre

La Flotilla humanitaria hacia Gaza

¿Temeridad o conveniencia?

El envío de una fragata de Guerra acompañando a la flotilla que se dirige a Gaza para socorrer a los palestinos, puede costar caro a España. Las consecuencias para España si Israel decide atacar al buque de guerra pueden ser desastrosas.  Enviar una fragata de guerra para escoltar o acompañar una flotilla humanitaria hacia Gaza tiene implicaciones legales, diplomáticas y militares muy serias. A la primera escaramuza habria que contemplar los principios del Derecho Internacional que imperan en el mar: como las aguas territoriales, la zona contigua y los derechos de paso de buques extranjeros, pero sobre todo el Derecho Internacional Humanitario en conflictos armados, siempre respetando la soberanía marítima de los Estados costeros.

Hasta aquí bien. Pero ¿Y si Israel decide no respetar los Derechos Internacionales, como viene haciendo con quien le da la gana? Está claro que las advertencias diplomáticas no sirven desde el momento en que Sánchez decidió por conveniencia política o por irresponsabilidad enviar un buque de guerra. Así que si hay una petición por parte de Israel de que se abandonen las aguas territoriales y España no obedece, legitimará a Israel para el uso de la fuerza con el riesgo de escalada militar, donde España sería como un cero a la izquierda y no podría invocar el artículo 5 del tratado de ayuda mutua de la OTAN, al haber sido el provocador del incidente.

 En caso de conflicto armado con Israel el coste militar y económico seria devastador para España, provocando una crisis sin precedentes para todos los ciudadanos, tanto a nivel económico como político y social. Lo mas coherente, una vez que Sánchez ha cometido esta temeridad es que el buque no viole el bloqueo, no intervenga ante cualquier accion por parte de Israel, ni entre en sus aguas territoriales, a fin de evitar un choque militar de consecuencias gravísimas: bajas humanas, desastre económico, social  y militar. ¿Puede ser esta iniciativa política un movimiento politico de Sanchez para desviar la atención  de sus conflictos, e incluso de crear una situación de excepción para evitar convocar elecciones y continuar en la Moncloa?

Espero que no, porque las consecuencias para España y los españoles serían apoalípticas. En todo caso no deja de ser una irresponabilidad no exenta de peligro, de temeridad y riesgo de conflicto armado. Lo mas coherente ex que el buque se mantenga a una distancia mas que prudente y se limite a socorrer a las posibles víctimas de la reacción bélica de Israel. Porque reconozcamos que en caso de un conflicto armado, Israel nos barrería sin esfuerzo, mas cuando tiene a su amigo de Marruecos como aliado.

 

Viernes 26 de Septiembre

La Soledad de los Pueblos tras el Verano

El Silencio que Queda

Cada año, con la llegada del verano, los pueblos recobran una vida que parecía dormida durante los meses fríos. Se llenan de risas, de voces, de encuentros. Las calles se animan con el bullicio de los niños correteando, con el sonido de las charlas al caer la tarde, con las fiestas patronales que tiñen de color y música hasta el último rincón. La juventud, muchas veces ausente durante el año, vuelve a ocupar su lugar en las plazas, devolviendo la chispa que da sentido a la memoria colectiva del lugar. Pero todo eso, como la estación misma, es efímero.

Cuando el verano termina, también se apaga esa efervescencia. El regreso a la rutina se impone, y con él, una tristeza callada se instala en los pueblos. Las calles, que hace solo unos días eran escenario de juegos, celebraciones y reencuentros, quedan vacías, mudas. Un silencio profundo lo cubre todo, como una niebla invisible que lo invade con una mezcla de paz y melancolía. No es solo la ausencia física de las personas lo que entristece: es la sensación de abandono, de vacío, de una vida interrumpida. Los bancos de las plazas quedan desiertos, las puertas vuelven a cerrarse temprano, y solo quedan los pocos vecinos que, resignados, conviven con esa rutina solitaria durante el resto del año. En ellos queda la espera silenciosa de otro verano, otro regreso, otra chispa. La vida rural, tan rica en tradiciones y comunidad, se encuentra hoy fragmentada por el éxodo hacia las ciudades, por la falta de oportunidades y por un modelo de vida que ha relegado al campo a un segundo plano.

El verano se convierte entonces en el único momento del año en el que los pueblos recuperan su esencia completa, cuando vuelven los hijos, los nietos, los amigos de antaño. Pero este resurgir, por más alegre que sea, lleva implícita una fecha de caducidad. Es una alegría que sabe a despedida desde el primer día. No hay duda de que la calma que sigue al bullicio también tiene su belleza. El silencio del campo, la serenidad de las tardes sin prisa, el murmullo de las hojas movidas por el viento: todo ello tiene un encanto propio. Pero hay una diferencia entre la tranquilidad buscada y la soledad impuesta. Lo que se vive en los pueblos tras el verano es esta última: una soledad que no se elige, que llega sin pedir permiso y que deja una estela de tristeza en quienes se quedan.

Quizá sea momento de repensar nuestra relación con estos pueblos, de buscar formas de darles vida más allá de las vacaciones. No solo por el valor histórico o estético que tienen, sino porque en ellos habita una forma de vida que merece ser preservada, habitada, vivida. Porque un pueblo no es solo un lugar en el mapa: es una memoria compartida, una raíz común, un hogar que espera. Mientras tanto, con cada final de verano, los pueblos se quedan en silencio. Las risas se esfuman, la música se apaga, y solo queda el eco de lo vivido. Un eco que impresiona, que emociona, y que, ojalá, nos mueva a no olvidar esos lugares que, aunque parezcan dormidos, siguen latiendo bajo la piel del tiempo.

 

 

Jueves 25 de Septiembre

Ser político: ¿vocación o pasaporte al privilegio?

Decía un buen amigo: Si quieres vivir como un sátrapa, disfrutar de privilegios, prebendas y poder, métete a político. Y a raiz del espectáculo esperpéntico y vergonzoso que vemos todos los días, tengo que darle toda la razón. En este país, ser político no solo es un chollo, es para muchos, el pasaporte directo a una vida de comodidades y privilegios pagados por los contribuyentes.

Y si hablamos de eurodiputados el espectáculo es escandaloso, con sus 23.000 euros netos, con sus dietas, desplazamientos, derechos a asesores, secretaria, despacho, viajes, etc, etc,, y solo por acudir una vez al mes al Parlamento. Y no, no es una exageración. Basta con mirar los sueldos, las dietas, los asesores a dedo, las jubilaciones doradas y la falta de responsabilidades reales cuando se cometen errores graves. La política debería ser un servicio público. Un compromiso con la mejora de la sociedad y el bienestar colectivo. Pero en la práctica, se ha convertido para demasiados en una plataforma "laboral" con beneficios que la mayoría de trabajadores ni sueñan alcanzar. Mientras las familias hacen malabares para llegar a fin de mes, algunos representantes públicos acumulan cargos, sueldos y prebendas con una facilidad pasmosa. Peor aún es la impunidad.

Cuando un político mete la pata  (o directamente mete la mano), las consecuencias suelen ser mínimas o inexistentes. Y si pierde un puesto, no pasa nada: pronto aparece recolocado en otro cargo público o en una empresa afín. ¿Y el ciudadano? El ciudadano paga. Paga con sus impuestos, con su paciencia, y con una confianza cada vez más erosionada en un sistema que parece premiar a los que más lejos están de la realidad, de la honradez y de la integridad. Esto no es una crítica a la política en sí, sino a cómo se ha desvirtuado al utilizarse en beneficio propio.

Porque necesitamos buenos políticos que hagan de su profesión un servicio al público, no  un negocio personal. Porca miseria

 

 

 

Miércoles 24 de Septiembre

La familia

 Durante mucho tiempo nos han enseñado que la familia es aquella con la que compartimos la sangre, el apellido, las raíces, y la fortaleza de la unión. Pero con los años, la vida nos demuestra que no siempre es así. La verdadera familia no siempre nace de los lazos biológicos, sino de los lazos del corazón. Familia es quien está cuando más lo necesitas, quien te escucha sin juzgar, quien te cuida, te respeta, te valora y te acepta tal como eres. Esas personas que te acompañan en los momentos oscuros, que celebran tus logros con alegría sincera y que están presentes, no por compromiso, sino por amor genuino. Lamentablemente, no todas las familias de sangre son así. A veces, en esos vínculos encontramos lo contrario: envidia, rencor, competencia, frialdad, o incluso malicia.

Y es doloroso admitir que, por más que nos una el apellido o el árbol genealógico, hay relaciones que hieren más de lo que sanan. No hay nada más injusto que sentirse solo rodeado de personas que supuestamente deberían cuidarte. Por eso, he aprendido a valorar, aún más, a quienes me brindan amor sin condiciones, a quienes están a mi lado por elección, no por obligación. Amigos, parejas, colegas o incluso personas que llegan de forma inesperada y se convierten en parte de tu vida de manera profunda. A ellos también los llamo familia. Porque ser familia no es una cuestión de sangre, sino de lealtad, empatía y amor verdadero.

A todos los que han estado cuando más lo necesitaba, a quienes me han sostenido sin juzgarme, a quienes han elegido compartir el camino conmigo con respeto y cariño: gracias. Vosotros me enseñais cada día, que la familia no siempre es la que comparte lazos de sangre, sino que la mayoría de las veces se encuentra, se construye, y se cuida con el alma.

 

 

Martes 16 de Septiembre

 

Europa juega con fuego, y Rusia no tiembla ante las llamas

Una advertencia al mundo sobre la peligrosa escalada entre la OTAN y Rusia

 

La euforia bélica que hoy recorre los pasillos del poder en algunas capitales europeas y en los cuarteles de la OTAN debería ser motivo de alarma, no de orgullo. Se está jugando un juego extremadamente peligroso, con una potencia nuclear que no solo tiene capacidad de respuesta, sino también voluntad para llevarla al límite si se siente acorralada. Y ese jugador es Rusia.

A estas alturas, pensar que la OTAN puede cercar a Moscú, seguir ampliando su influencia militar en el Este, y a la vez esperar una respuesta moderada o diplomática por parte del Kremlin, es una ingenuidad peligrosa. Es más, podría ser el principio del fin.

Putin no necesita invadir Europa… a menos que se lo provoque

Muchos expertos occidentales aún creen que Vladimir Putin es un líder que actúa como los de Bruselas o Washington: condicionado por encuestas, presión pública o intereses comerciales. No entienden que, para el régimen ruso, perder no es una opción. Y si Putin llegara a considerar que la supervivencia de Rusia está en juego, no dudaría en llevar el conflicto a su nivel más destructivo, incluso al nuclear.

La historia lo respalda. Rusia (entonces la Unión Soviética) sacrificó decenas de millones de vidas para frenar a Hitler y liberar Europa del nazismo. No lo hizo por altruismo, sino por supervivencia. Y si Putin se ve acorralado, no tendrá reparos en tomar decisiones igual de extremas. Nadie debería subestimarlo.

¿De verdad alguien cree que ganará una guerra contra Rusia?

En el tablero actual, Europa se muestra cada vez más dividida, económicamente frágil y estratégicamente dependiente de Estados Unidos. Por su parte, Rusia ha consolidado alianzas con China, Irán, Corea del Norte y buena parte del Sur Global. Mientras tanto, el conflicto en Ucrania se ha estancado, y la narrativa occidental empieza a mostrar fisuras. Y aún así, algunos piensan que pueden arrinconar a Moscú sin consecuencias.

La verdad es otra: si la OTAN y sus aliados siguen alimentando este conflicto sin ofrecer una salida diplomática realista, se arriesgan no solo a perderlo, sino a arrastrar al mundo entero al abismo. Esto no es una película ni una simulación: estamos hablando de miles de ojivas nucleares listas para activarse si alguien comete el error fatal.

Ucrania no es un tablero, es una bomba de relojería

Europa debe entender que Ucrania no es una ficha de ajedrez para repartirse entre potencias. Mientras siga siendo el campo de batalla entre bloques, no habrá paz ni reconstrucción posible. Y lo que Europa pueda sacar de este conflicto —si sobrevive— será poco más que migajas... o escombros.

Putin no firmará ningún tratado que implique renunciar a los territorios ya ocupados. Es una posición inamovible para Rusia, y quien no lo entienda, no entiende la lógica brutal de la geopolítica contemporánea.

¿Hay locos dispuestos a provocar el fin del mundo?

Sí, los hay. Y peor aún: algunos de ellos están al mando de países con capacidad nuclear. Pero más que locura, lo que hay es una lógica fría, estratégica, de supervivencia nacional a cualquier precio. Si se llega al punto de no retorno, no habrá marcha atrás, ni diplomacia de última hora que nos salve.

Por eso, a los líderes de la OTAN, de Europa, de Estados Unidos y del mundo: piensen antes de actuar. Midan sus pasos. Escuchen más allá del eco de sus propios discursos. Porque si continúan provocando al oso ruso sin ofrecerle una salida honorable, ese oso puede volverse letal.

Y si eso ocurre, que nadie diga que no fue advertido.

 

Lunes 15 de Septiembre

La OTAN y el juego peligroso con Rusia

La euforia bélica que domina ciertas capitales occidentales debería ir acompañada de la máxima prudencia. No estamos frente a un enemigo menor ni ante un conflicto convencional. Si los líderes de la OTAN creen que Rusia puede ser derrotada sin consecuencias catastróficas, es que no han comprendido con quién están tratando.

Vladimir Putin no necesita invadir Europa... a menos que se le empuje a ello. Y si lo hace, no lo hará a medias: Rusia ha demostrado en el pasado estar dispuesta a pagar precios humanos inmensos si lo considera necesario, como ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial.

Si el Kremlin llegara a percibir que su supervivencia está en juego, la opción nuclear no sería impensable. Por eso, más que nunca, se requiere liderazgo con visión, responsabilidad y, sobre todo, voluntad de evitar la tragedia.

Ucrania no puede ser el terreno de juego eterno de las potencias. Y si Europa realmente quiere influir en el desenlace, necesita más estrategia y menos testosterona. De seguir por este camino, solo obtendrá escombros y migajas, mientras otros —como Rusia y posiblemente EE.UU. bajo una presidencia Trump— se reparten la tarta.

La pregunta final no es si alguien sería tan loco como para usar armas nucleares... sino si hay alguien lo suficientemente cuerdo como para evitar que eso ocurra.

 

 

 Domingo 14 de Septiembre

La OTAN no salvará a Europa si Putin decide invadirla

La OTAN cometerá un error garrafal si subestima a Rusia, porque Putin actuará sin límites si se siente acorralado. Y prolongar el conflicto en Ucrania aportando armas no solucionará el problema. Muy bien deben medir los pasos  los países de la OTAN si no quieren crear el Armagedón, porque  la euforia debe ir acompañada de la prudencia, la responsabilidad y la competencia para solucionar el conflicto sin arriesgarse a perderlo todo. Porque si los países que integran la OTAN creen que van a poder vencer a Rusia, es que todavía no saben con quien se la están jugando.

Y por cierto Putin no invadirá a Europa.... a no ser que Europa le provoque y le de motivos para hacerlo, y amigos, convenceros, si Putin invade Europa lo hará con todas las consecuencias aunque sepa que para ello tenga que sacrificar 10 millones de soldados. Ya lo hizo en el pasado cuando ganó la Segunda Guerra Mundial, frenando a Hitler y a su potente ejército. Y que nadie se engañe, si Putin se ve acorralado o piensa que Rusia puede perder frente a Europa, no dudará en desencadenar el "holocausto nuclear".

Así que "líderes de la OTAN, medir bien bien vuestras acciones, vuestras escaramuzas y provocaciones, porque si la liais, nadie va a quedar para contarlo. Y que os quede claro, Rusia jamás firmará un alto el fuego con Ucrania ni tratado de Paz, si ello implica perder los territorios conquistados. Ya lo dije cuando se inicio la guerra. Los motivos, para quien conoce la estrategia geopolítica mundial son obvios. Si Europa quiere repartirse la tarta de Ucrania con Putin y EE.UU., la opción no es seguir alimentando la Guerra. Europa, de Ucrania solo va a obtener lo que Putin y Trump acuerden, así que cambiar de estrategia, zafios temerarios e irresponsables. Porque por ese camino solo recogeréis migajas y escombros. La única salida realista es negociar con Rusia, incluso si eso implica ceder territorios. 

 Y preguntaros ¿Existe algún loco capaz de usar bombas nucleares a sabiendas que provocará su propio fin? Y yo os digo, desgraciadamente, SI.

 

 

Sábado 13 de Septiembre

Una Europa inútil, con una burocracia impotente e ineficaz ante la barbarie de Israel

Europa ha demostrado su impotencia, su ineficacia y su debilidad al no ser capaz de llevar a cabo acciones de presión para que el asesino y criminal Netanyahu deje de cometer crímenes de guerra contra la población civil en la franja de Gaza, donde mas de 77.000 civiles han muerto entre ellos 27.000 niños y otros 15.000 están condenados a morir de hambre por inanición, ante la prohibición de Israel para que no se suministre ayuda humanitaria.

 La Unión Europea ha demostrado ser un centro de burócratas, inútiles e incapaces de solucionar los problemas que afectan gravemente a los derechos y libertades de una población, atentos mas ante las escaramuzas de Putin que al genocidio de Netanyaju y su anexión de territorio que no le pertenece, mediante  el asesinato y expulsión de los habitantes de Gaza, pero sobre todo atentos a mantener su status de privilegios y poltronas, mientras se asesina impunemente, lo que les convierte de alguna manera en cómplices de la barbarie.

Cabe preguntarse ¿Porque la Presidenta de la Comisión Europea Ursula Von der Leyen ignora y cuestiona la violación sistemática por parte de Israel de los derechos humanos? Si, la misma que manifiesta que no le importaría ir a la Guerra contra Rusia y que estemos preparados para enviar a nuestros hijos a Ucrania a luchar en el frente. Políticos así son un peligro para la seguridad, la estabilidad y la paz de los ciudadanos europeos.

Con una OTAN que se prepara para hacer frente a una posible invasión Rusa de Europa (nunca lo hará), pero que es incapaz de detener la barbarie y el genocidio que Israel esta cometiendo contra el pueblo Palestino. Con un Netanyaju que ha emulado a Hitler y contra el que el mundo entero luchó, y sin embargo contra el genocida, bárbaro y criminal Netanyaju los líderes del mundo se muestran sumisos y resignados. Porca miseria.

 

 

 

Viernes 12 de Septiembre

Para que el mal triunfe solo se necesita que los hombres buenos no hagan nada

Cuando vemos tanta barbarie, atropellos e injusticias en el mundo y nos planteamos la duda de si hacer algo o dejarlo correr como parte del orden natural, estamos poniendo nuestro granito de arena para que el mal se perpetué, porque debemos tener en cuenta que las tiranías no se mantienen solo por el sometimiento y la fuerza, sino principalmente por el silencio y la sumisión. Los peores males que ha sufrido la humanidad no han empezado con el uso de las armas sino con la indeferencia de los buenos ante los atropellos e injusticias de los malos.

En consecuencia el desorden y el caos se agrava y aumenta con la inanición o falta de compromiso con los valores que cimientan una sociedad, con un mundo en progreso, libertad y paz. La responsabilidad social y la lucha contra el mal y las injusticias, es un compromiso que  todo ser humano debe mantener y llevar a cabo de forma coherente y práctica, a no ser que nos inhibamos, convirtiéndonos en cómplices de las mismas. La pregunta es ¿Basta con no hacer nada para que abunde el mal? SI.

Porque cuando los que pueden alzar la voz eligen callar, están construyendo sin saberlo el trono donde se sienta el opresor y el tirano, la barbarie y el atropello, las injusticias y el mal... Con ello se evidencia que quedarse al margen no es neutralidad sino complicidad. La pasividad frente a las injusticias es una forma de participar en ellas. Este y no otro es el origen de los males que afligen a la humanidad. Es la causa de que en la tierra pudiendo tener el cielo tengamos el infierno. Ahora ya lo sabes. ¿Como vas a actuar?

 

 

Viernes 23 de Mayo

Israel ganará la guerra, pero ya nunca podrá dormir en paz.

Israel condena a mas de 17.000 niños palestinos con el bloqueo de la ayuda humanitaria, a la hambruna y a la muerte por inanición, mientras la comunidad internacional se siente impotente ante semejante monstruo. La brutalidad, la violencia y el daño engendran violencia, odio y venganza. No solo se ha ganado el odio de los palestinos, se ha ganado el odio del mundo entero. Después de lo ocurrido en Gaza siempre habrá alguien dispuesto a vengar los horrendos crímenes y las atrocidades cometidas por Israel. La duda de cada israelí de que en un momento dado puedan tener alguien a su espalda les acompañará para siempre y les robará su paz, su tranquilidad y su sueño. Cuando mas tranquilos estén seguros de su victoria, la tormenta huracanada caerá sobre el pueblo de Israel. Así esta escrito y así sucederá.

 

 

Jueves 22 de Mayo

 

Bloqueo total a Israel ya

Netanyahu ignora la presión internacional, como en su día hizo Hitler  y condena a Gaza a la hambruna, donde el único alimento que les queda es la hierba y las hojas de los árboles. Es tan flagrante la violación de derechos humanos por parte de Israel contra Palestina, que el mundo entero debe unirse ya para aplicar un bloqueo total al régimen de Netanyaju y cortar de inmediato toda relación diplomática, para evitar que siga cometiendo un genocidio marcado por la barbarie, la crueldad y la masacre continua de inocentes, entre los que la mayoría de las víctimas son mujeres, ancianos y niños que ya ha supuesto una tragedia humanitaria de proporciones bíblicas.

La ONU se juega su prestigio y su credibilidad en la decisión que tome al respecto, ya que si permite que esto continué demostrará su impotencia ante la barbarie de un genocida que no respeta a nada ni a nadie, excepto a los que les suministran armas y apoyo logístico. Hay que tomar una decisión ya, antes de que la barbarie cause la muerte de millares de niños y mujeres por hambruna, metralla y bombas. Es un deber y una obligación de los líderes mundiales, un desafío moral y un imperativo del que no es posible escapar, a expensas de que te hagas cómplice de tanta barbarie y maldad, ante hechos y situaciones que son contrarias a derecho, justicia, piedad y humanidad.

 

 

Martes 20 de Mayo

 

  No es serio este país

Un país donde los puteros te dicen que van a abolir la prostitución, los abusadores sexuales defienden el feminismo, donde los terroristas te hablan de derechos humanos, donde los que no han trabajado en su puta vida te hablan de reducir la jornada laboral, donde los pederastas te hablan de proteger a los niños, donde los políticos te prometen  hacer puentes donde no hay ríos, donde los corruptos te hablan de ética, moral y decencia, donde se premia las astucia y la malicia en vez de lo méritos, donde  el poder del dinero está por encima de los valores y principios, y donde los ladrones de guante blanco te hablan de cumplir con nuestras obligaciones fiscales,  son síntomas de que ese país y el sistema son un completo fracaso, cuya degradación y decadencia ya es evidente y aceptada como un mal menor, y no deja de darte la risa cuando te hablan de obligaciones, de ley y de justicia, y te entran muchas ganas de mandar a la mierda a toda la gentuza cínica, hipócrita, indecente y falsa que te encuentras en cada esquina de este sufrido país.

 

 

Lunes 19 de Mayo

 

Cuando el cinismo, la hipocresía y la desvergüenza se pasean por los escenarios mundiales

Cuando renunciamos al pensamiento critico frente a dogmas establecidos previamente impuestos, estamos renunciando a usar la inteligencia en favor de creencias que ofreciendo humo y utopías, no queremos cuestionar, bien por comodidad para evitar pensar, bien por interés personal o interés electoral. Es una ceguera voluntaria frente a la evidencia, porque nos sentimos mas cómodos digeriendo un contenido que protegen nuestros prejuicios y supersticiones, evitando enfrentar ideas que los desafíen. Lo triste es que estas personas no carecen de inteligencia sino que renuncian voluntariamente a usarla. Se sienten mas cómodos siendo rebaño que pastores.

Hay paises que llevan así desde hace 2000 años. Por lo general suelen ser los mas atrasados. Las élites económicas, mediáticas y políticas han usado siempre la táctica mas oportunista en el momento oportuno como medio para preservar su imagen y su estrategia personal y o electoral y así declarándose ateos o enemigos del clero no dudan en asistir a funerales o proclamaciones de Papas, pues vivimos en una época en que la ética, la integridad o la nobleza son valores devaluados cuando de por medio están las elecciones que les pueden llevar al poder a unos y conservarlo los otros. Ya sucedió en el pasado, donde el rechazo al colectivo Gay se transformó en bienvenida y aceptación cuando se dieron cuenta de que era una cantera de votos que podían hacer ganar o perder las elecciones.

Hoy día el voto de los creyentes puede inclinar la balanza hacia un lado u otro de forma evidente y obtener la simpatía del pueblo para perpetuarse en la poltrona y o pedestales representativos. Porque nadie lo dude, hoy día prevalece la imagen sobre la sustancia, la estrategia electoral sobre la ética, la ambición personal sobre los principios y la integridad, y el poder por mas poder, aunque se embauque al público que te escucha y te ve, con el único objetivo de manipular y confundir a las masas, anulando su libertad de pensamiento, su critica constructiva y su independencia.

 

 

Viernes 16 de Mayo

 

Sin separación de Poderes no hay Democracia

Ni Jueces ni Fiscales deben estar al servicio de un Gobierno o un partido. Deben estar al servicio de la sociedad y siempre bajo el peso de la Ley. La separación de Poderes da transparencia y consolida la democracia y el Estado de Derecho.  Lo que realmente atentaría contra los derechos y libertades sería un gobierno que colonizase todas las instituciones poniéndolas a su servicio. Eso transformaría la democracia en una autocracia que derivaría inexorablemente en una Dictadura. Todos debemos estar comprometidos para evitar esa situación, que nos conduciría al régimen de Maduro y a la penosa situación de Venezuela o Cuba.

 

Jueves 15 de Mayo

 

Un poco de dignidad por favor

Cuando un gobernante transforma la política de interés general en cálculo e interés personal, convierte a la política en una forma consciente de deterioro institucional y social. Cuando un gobernante aprueba medidas que se consideran perjudiciales para la sociedad, para beneficiar a otros a cambio de su apoyo y se hace con conocimiento de causa, se está causando un deterioro que daña al Estado de Derecho, convirtiendo a la Democracia en una farsa y a la Constitución en papel mojado. Y cuando un gobernante antepone los pactos partidistas de coalición al interés general, no solo daña a las instituciones, está dañando los intereses y derechos de los ciudadanos.

De esto se deduce que un gobernante que actúa de esta forma, no gobierna para beneficiar al pueblo, gobierna para mantenerse en el poder y para ello no duda en pactar y dejarse chantajear con quienes reniegan de la patria, aunque tenga que prescindir de integridad moral, de dignidad, de nobleza y de decencia. Porque cuando un gobernante aplica políticas que el mismo considera nefastas para los intereses de los ciudadanos, está prescindiendo de los valores y principios mas trascendentales, con el único objetivo de contentar a sus socios que le permiten continuar en el poder al frente del Gobierno. Un gobernante así (si le queda algo de dignidad, autoestima y amor propio) debe dimitir o en todo caso convocar elecciones cuanto antes, pues el deterioro que le acompañará, terminará arrastrándolo al inframundo de la amargura, del olvido, la vergüenza y el deshonor.

 

 

 

Martes 13 de Mayo

 

 La Autocracia de la Democracia

Cuando alguien concentra demasiado poder en si mismo, eliminado la participación ciudadana y de los políticos que le rodean afines a su grupo, tomando decisiones unilaterales, podemos decir que la Democracia se convierte en Autocracia (cuando no en Dictadura). La Democracia hoy día tan solo es una farsa, una máscara tras la que se esconden los poderosos para legitimar sus políticas ajustándolas a "su derecho" particular. Antes la Democracia era una forma de Gobierno en el que el poder de decidir emanaba del Pueblo y participaban en la toma de decisiones con elecciones libres y manteniendo la separación de poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) y cuya máxima expresión era el respeto a los derechos humanos, el progreso social y la libertad de expresión sin censura.

Hoy esa Democracia esta devaluada, ya que el poder se concentra en una sola persona que lo ejerce de forma absoluta, después de colonizar las instituciones, eliminar la independencia de Poderes, controlar los medios de comunicación, modificar las leyes para perpetuarse en el poder, debilitar las instituciones democráticas y gobernar el país con una ideología concreta, administrando las cuentas públicas como si fueran de su propiedad.

El problema es que los ciudadanos no usan el único control que aún le queda (las elecciones) de forma coherente, pragmática y responsable, y así se da el caso que teniendo la oportunidad de cambiar a aquellos políticos que lo están haciendo mal, se suele caer en el mismo error evidenciando que no se tiene la formación necesaria para elegir lo mejor y lo mas útil para el país, para el pueblo. Ya lo dijo Platón en su tratado sobre la "República": Los políticos electos deben se aquellos que no vivan de la política sino para hacer la mejor política para el pueblo, de ahí que deban ser elegidos por un consejo de sabios, filósofos y libre pensadores sin afiliación política. Dejar a los grumetes al mando del timón del barco es elegir un destino directo al precipicio. Esa es nuestra situación y así nos va.

 

 

Viernes 9 de Mayo

 

Disertación teológica

 

 San Agustín se planteaba en sus disertaciones la dicotomía entre la fe y la razón, la ciencia y la religión tratando de complementarlas sin contradecirse, lo que generó un debate teológico y filosófico que al día de hoy no se ha cerrado. Solo desde la libertad de pensamiento y con cierta honestidad intelectual se puede discernir desde una perspectiva crítica pero sincera y auténtica. No se puede aceptar la fe como una forma de pensamiento porque no se fundamenta en evidencias, siendo incompatible con la razón crítica que exige pruebas y  coherencia lógica, ya que la fe aceptaría como verdades algo que la lógica, la ciencia y la coherencia no puede aceptar.

Así que desde la coherencia intelectual del ateismo, la razón y la ciencia no pueden considerarse compatibles con la fe y la religión. Silogismo puro. Una cosa es el conocimiento por evidencia y otra muy distinta la aceptación de dogmas por sugerencia o imposición. Sin embargo no confundamos Iglesia con moral o propósito de la Iglesia con historias inventadas y deidades ficticias. La moral como conducta humana en la que intervienen los principios, los valores y virtudes es necesaria para sostener una sociedad en progreso y en paz.

Algo que el ateo acepta no por imposición sino por convicción, de ahí que sean tus acciones implícitas en la moral  lo que te hace mejor  persona, no tus creencias, ni la religión. De ahí la consistencia entre el conocimiento empírico, con la lógica, la moral necesaria y la evidencia. La honestidad intelectual nos enseña que la razón y la ciencia si son compatibles con la realidad mientras que la fe y la religión son fuentes surgidas de la superstición, la fantasía y cierta manipulación y nunca pueden sostenerse como fuentes de conocimiento en los mismos términos que la ciencia.

 Que cada uno crea lo que quiera, pero admitiendo que mientras la ciencia crea progreso, la fe genera retroceso en el conocimiento, el progreso, la libertad y la luz.

 Que cada uno crea lo que quiera, pero admitiendo que mientras la ciencia crea progreso, la fe genera retroceso en el conocimiento, el progreso, la libertad y la luz.

 

 

 Jueves 8 de Mayo

 

Piensa por ti mismo y serás libre

Uno se siente frustrado cuando observa que la estupidez humana se obstina en ignorar la lógica y actuar en contra de lo racional y coherente. Y aunque se asocia con la falta conocimiento y sentido común, la verdad es que va mas allá de la ignorancia y se adentra en un fanatismo irracional, alterando inconcientemente la percepción de la realidad. Y es que a pesar de los avances en educación y tecnología, siguen siendo las emociones, los prejuicios y las creencias arraigadas las que juegan el papel crucial en el comportamiento humano. Esto no indica necesariamente falta de inteligencia, sino una consecuencia de la manipulación de esas instituciones que generan un miedo ancestral, al aferrarse a creencias que provocan cierto consuelo, aunque se basen en ficciones totalmente desconectadas de la realidad en que se vive. Esto se agrava cuando ciertos pensamientos se bloquean y no se cuestionan dado que el entorno que te rodea piensa igual y sin alternativas haciendo que la burbuja ficticia se crezca y se proteja a si misma. Y uno no es estúpido por ser ignorante, se es estúpido cuando se rechaza una información que con toda lógica le muestra la realidad, se es estúpido cuando su fanatismo hace que se cierre a la posibilidad de aprender o sostener ideas que van en contra de la realidad a pesar de las pruebas evidentes.

A lo largo de la historia el miedo ha hecho que muchos prefieran vivir en un mundo ficticio donde las respuestas simples parecen mas atractivas que la complejidad de pensar diferente. La estupidez en si no es nociva para quien la sostiene, lo es cuando engendra ignorancia y fanatismo que suele generar violencia, retroceso y caos. El conformismo intelectual generado por la estupidez y el fanatismo provoca cierta resistencia a la autocrítica, te vuelve sumiso y receptivo a escuchar aquello que nos gusta escuchar pero que no dejan de ser trampas psicológicas que limitan nuestro desarrollo personal y nuestra libertad de pensar.

Sin embargo hay que constatar que la estupidez humana significa un obstáculo para el progreso y evolución humana, pues la comodidad mental que ofrece una creencia hace que dejemos de cuestionar, de explorar, de progresar y de razonar de manera lógica y critica, reduciendo nuestras posibilidades de alcanzar un futuro mejor. ¿Como podemos contrarrestar los efectos de la estupidez? Pues fomentando la educación y el pensamiento crítico e independiente, cuestionando aquello que no nos de las garantías de veracidad mínimas, creando un espacio donde la empatía y el respeto mutuo, donde la verdad y el razonamiento tengan un lugar preferente, lejos de los espacios mediáticos, la manipulación y las imposiciones que se nos inculcan sin haber discernido si son reales o ficticias, donde la luz de la razón pueda brillar mas que las sombras de la ignorancia o las tinieblas del fanatismo.

 

 

 Lunes 5 de Mayo

 

El Gran Apagón III

Continua la incertidumbre y la desconfianza.

Una semana después del suceso mas traumático que ha sufrido España en mas de 60 años, y a pesar de las comisiones de investigación por parte de de los organismos públicos y los departamentos de energía tanto públicos como privados, el Gobierno no ha sido capaz de dar seguridad y confianza a los ciudadanos, que temen que en cualquier momento vuelva a repetirse el desastre vivido  con el consiguiente caos. Que no se hayan asumido responsabilidades ni que Sanchez haya cesado a los responsables directos o indirectos contribuye muy poco a dar cierto nivel de tranquilidad y seguridad, menos cuando sospechamos que todas las investigaciones y manifestaciones están supeditadas al interés político y económico, circunstancia que nos da pocas esperanzas de que conozcamos la verdad.

Y por mucho que nos cuenten, los españoles tenemos la sospecha de que nunca vamos a saber lo que pasó aquel lunes fatídico. Nos están colando una secuencia de hechos, entre energía renovables e inercia y capacidad de almacenamiento y distribución para nivelar la energía que entra y que sale para que no salten "los plomos", pero con tanta clase magistral sobre energía y electricidad, los ciudadanos ya no saben si tragarse el relato o si estan fabricando un montaje exculpatorio. Lo que si es cierto es que nadie ha pedido disculpas ni ha dimitido ante unos hechos que pudieron ser muy graves de consecuencias impredecibles en el tiempo y que tal hecho no puede quedar impune, y mucho menos cuando no nos dan la seguridad de que no pueda volver a ocurrir.

Queda claro que el Gobierno, accionista mayoritario de Red Eléctrica debe asumir las responsabilidades pertinentes y, las operadoras privadas que tuvieron unos beneficios de 27.000 millones el año pasado y que conocían el deterioro de la red, se les debe exigir la responsabilidad compartida, si de sus acciones se deriva desidia o negligencia por no haber dado la solidez y consistencia a la infraestructura de la red que debe soportar esos altibajos de energía.

Y no queremos declaraciones compungidas de ciertos responsables que no dan al ciudadano tranquilidad y seguridad, queremos que nos den la certeza de que se van a tomar las medidas para que el Lunes negro no se vuelva a repetir y por supuesto que se cese a los responsables para que se tomen en serio las responsabilidades que a cada uno le correspondan, para que España deje de ser un país bananero y tercermundista.

 

 

Jueves 1 de Mayo

 

El Gran Apagón II

Negligencia, manipulación o incompetencia

Hoy  ya superado el estupor por la situación caótica vivida por el Apagón recuperamos la calma, teniendo en cuenta que el peligro de que se repita sigue en el aire . Como todos habéis estado pendientes de las informaciones que han dado los medios de comunicación, ya estaréis enterados de por donde van los tiros... Los expertos deducen que el "Apagón" se produjo por saturación de la red eléctrica o sea por "exceso de energía" que la deficiente estructura  de la red  española no pudo absorber, "saltando los fusibles" por decirlo de alguna manera, ya que los controles de reconducir esa energía se petaron. ¿Esto que significa? Pues que a pesar de que las eléctricas tienen miles de millones en beneficios (el año pasado fueron 27.000 millones) no han sido o no han querido invertir en modernizar y dotar de mejores controles o acumuladores de energía, sobre todo la procedente de las renovables (molinos, placas, hidroeléctricas, biomasa, geotermia, etc) para reconducir el exceso de electricidad producida junto a la acumulada por las no renovables (petróleo, gas natural, carbón y nucleares).

¿Esto que quiere decir? pues o que se invierte en generar controles o acumuladores de energía para reconducir el exceso y se renueva el parque eléctrico dotándolo de una infraestructura sólida o volveremos a tener otro apagón, mañana, la próxima semana o dentro de un mes, como cualquier país tercermundista de mierda, que no merece unos gobernantes mediocres, que colocan a sus ministros en puestos de responsabilidad, sin tener preparación alguna en sus competencias, excepto el dedo divino de su presidente que los enchufa en estos puestos con salarios millonarios.

Al margen de esto, para todos los que sois fieles a la página y me seguís, mi consejo de hoy, es que no dudéis en haceros con un KIT de emergencia completo por lo que pueda venir, sin que esto signifique alarmismo de ningún tipo. Mas vale prevenir..... a que nos pille con el culo al aire. Linterna, pilas, radio, velas, cerillas, hornillo camping, dinero en efectivo y comida no perecedera para tres días, para darte una mínima cobertura a nuestra seguridad y estar tranquilos, sobre todo en las grandes ciudades, ya que en los pueblos de las zonas rurales, no se produce el caos y colapso del tráfico y transportes de las grandes urbes ni los problemas de víveres es tan acuciante, entre otros muchos que provoca el apagón. Lo que esta claro es que esto no se puede volver a repetir y de ser así que los responsables políticos y empresariales respondan ante los tribunales y se les juzgue con toda severidad. Hay que destacar que fue Marruecos la que aporto energía para levantar los nodos que conectan la electricidad y suministrarla a Andalucía igual que hizo Francia en los Pirineos con Cataluña y Navarra.

Es que en pleno siglo XXI con la una tecnología tan avanzada, que España sufra estos episodios de desastre y caos, nos sitúa como un país bananero de mierda.

 

 

Lunes 28 de Abril

 

El Gran Apagón

 

Accidente o manipulación

Hoy escribo desde el cabreo mas absoluto, porque tengo la sensación de que nos han usado como cobayas y se pudo provocar el mayor desastre desde la Guerra Civil en España. El caos provocado por el "Apagón" fue total en las grandes ciudades, pero la que se llevó la palma fue Madrid. Hasta tal punto fue grave, que no solo lo apagó todo, también apagó al Gobierno que no dió la cara hasta cinco horas después. A estas horas desconocemos todavía la causa que provocó el corte de Energía Eléctrica en toda la península. Pero de momento ya se ha descartado el fallo humano (ya que  se hubiese necesitado el fallo de 2 o mas personas a la vez y al mismo tiempo), descartada la erupción solar (porque hubo zonas que no afectó) y descartado el sabotaje de un ciberataque (porque de haberlo hecho estaríamos todavía a oscuras), y no me creo que se produjo por saturación de la red por exceso de energía, porque en ese caso debieran regalarla y nos la cobran a precio de oro. Claro que en este caso el responsable del desastre sería el Gobierno....

¿Que queda? A mi se me ocurre y sospecho que ha sido un ensayo para ver como reaccionaba la población y cuanto tiempo se tardaba en restablecer la energía eléctrica. Nadie olvida  el aviso de la  fhurer Von der Leyen, aconsejando a la población la compra de un Kit de supervivencia para tres días. ¿Que información tenía? ¿Estaba programada la desconexión? Desde luego, todo indica que ciertos dirigentes políticos tenían información privilegiada. Y no nos van a contar la verdad. En todo caso, este suceso ha marcado un antes y un después, en la vulnerabilidad de los habitantes de las grandes ciudades, que se convierten en ratoneras cuando suceden este tipo de crisis y calamidades.

Hoy un tertuliano psicólogo ha analizado el comportamiento de la población, afirmando que si el primer día fue calmado "en parte", se debió a que estaba en la fase de sorpresa y expectación, pero sigue afirmando que de continuar la situación el segundo día habría sido caótico y comenzaría el caos mas absoluto con altercados, desvalijamiento de supermercados y viviendas, violencia y desorden, que ni la Policía sería capaz de controlar, teniendo que recurrir al Ejercito y declarar el Estado de Excepción. Y al tercer día, la única preocupación de los ciudadanos de las grandes ciudades (Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia, etc) sería huir a la desesperada hacia las zonas rurales. ¿Es tan dramático? SI. ¿Entonces que hacer?.

Hay que reconocer que la situación ha sido controlada por el titánica labor de los trabajadores de la Red Eléctrica, que han continuado incansablemente hasta dar cobertura a toda España y que nuestra Policía y Guardia Civil junto a la UME, como siempre han estado para auxiliar, controlar y proteger a los ciudadanos. Lo preocupante es que España sigue teniendo un alto riesgo de que vuelva a producirse un "Apagón". Ante todo esto yo si me hago una reflexión: Si no estamos libres de que situaciones parecidas vuelvan a repetirse (como así han manifestado), yo aconsejo que todos los que puedan irse a vivir a las zonas rurales (sobre todo los jubilados) que aunque haya menos servicios públicos lo hagan, siempre serán mas seguras que la gran ciudad y los que tengan que permanecer en ellas por motivos de trabajo o estudio, se pertrechen (de cara a que en el futuro vuelva a ocurrir), de un buen kit de supervivencia (nada de tres días, mínimo para 15 días), pues en esta ocasión el 60% de los ciudadanos hicieron caso omiso y los pilló con el culo al aire. Y os lo digo porque como madrileño he sido testigo y solo el primer día, de situaciones caóticas, pánico descontrolado y desesperación de la gente que no podía llegar  a sus casas o destinos ("el primer día"),  que de continuar se hubiesen vuelto dantescas. Repito, los que podáis y tengáis opción de vivir en las zonas rurales, no lo dudéis, hacedlo. Las grandes ciudades, se pueden convertir en trampas mortales y en lugares dantescos, en situaciones de crisis como la ocurrida.

 Ayer ha sido el Apagón, mañana puede ser el hakeo de bancos, o la pérdida de conexión global a Internet, o una erupción solar que fría todos los componentes eléctricos, o (esperemos que no) un enfrentamiento bélico.. Y, adquirir el kit de emergencia aunque sea el básico (transistor, pilas, velas, linterna, dinero en efectivo, batería para móvil, agua y botes de conserva), porque visto lo visto, puede volver a ocurrir en cualquier momento.

Lo que si reclaman todos los ciudadanos es que se llegue hasta el final de la investigación y se exija responsabilidad por lo ocurrido, para que algo tan gravísimo no vuelva a ocurrir. Si necesitan acumuladores por exceso de energía, póngase a ello de inmediato. No puede volver a ocurrir un desastre como el vivido el Lunes. Porque si vuelve a ocurrir y se prolonga en el tiempo, provocaran un desastre de proporciones apocalípticas en las grandes ciudades.