Por ello y ante la reiterada conducta marcada por una idiosincrasia especial de determinadas gentes del pueblo, en las que su peculiar modo de expresarse respecto a mí, es propagando cuentos, fábulas, embustes, enredos e infundios,  en relación  con lo acaecido en cierto libro de visitas y en las redes sociales, en torno a cierta persona, por medio del presente y para que quede claro de una vez por todas, pongo de manifiesto los siguientes puntos:

1.- En el año 2009  se producen una serie de comunicados y mensajes en el libro de visitas de  cierta página Web del pueblo, dirigidos a una señorita, en la que de una forma u otra se expresa  de forma emotiva una especie de versos, medio en broma, medio en serio, rubricados con diversos nombres o apodos.

2.-Coincidiendo con algunos mensajes que yo escribí por supuesto con mi verdadero nombre, ajenos a dicha temática, se asociaron a los anteriores, dando por sentado que yo tenía algo que ver con los mismos, algo que niego rotundamente, ya que nunca se realizó por mí, registro alguno en dicho libro relacionado con ese tema.

Posteriormente me comentan, que alguien abre una cuenta en facebook con el nombre y fotos de esta persona, que claro, como no podía ser de otra forma (cierto grupo ya confabulado), no duda en adjudicarme  a mi su publicación, algo de lo que soy totalmente ajeno. De todas formas yo nunca vi., ni esa cuenta de Facebook, ni esas fotos. ¿Es que existió realmente?

Y vuelvo a repetir por si los interesados no se han enterado. Yo no pedí disculpas porque me sintiera culpable de algo, que tampoco se pidieron las disculpas por que yo hubiese importunado a persona alguna, ni mucho menos por miedo o cobardía como alguien afirmó. Lo hice por educación para exculpar los posibles agravios que hubieran sufrido estas personas por los bulos, dimes y diretes, cuentos y falsedades que han propagado sobre mi  ese grupillo indeseable, grupo que se confabuló para denigrar, vejar e insultar.

 Repito, que nadie confunda educación con miedo. Me parece ruin y miserable confundir mi buena voluntad con debilidad o cobardía.  Nunca mis disculpas se realizaron bajo el aspecto del miedo, sino en aras de la convivencia, bajo un sentido estricto de la justicia, la educación y los buenos modales.

3.- Jamás he realizado acción alguna, por activa o por pasiva, que pretendiera molestar, o importunar  a dicha persona, ni mediante escritos, ni en persona, y así me lo manifestó ella misma al preguntarle yo este verano pasado, si estaba molesta conmigo por lo que se estaba chismorreando, respondiendo que ese tema estaba hace tiempo olvidado y que nada tenía contra mí. ("fue en en la pasarela del puente viejo cuando hablamos. Lo recordarás")

4.- Sin embargo, cierta camarilla (amigas y amigos y otras personas del pueblo cercanas a ella), han tenido una conducta execrable por no decir ruin, al continuar con sus murmuraciones, cuentos e infundios, que muchas veces se traducen en insultos vejatorios, calumnias e injurias,  con el único objetivo de manchar mi imagen de forma gratuita, algo en lo que encuentran placer por pura malicia

5.-Jamás, en los 4 años que han pasado desde entonces he tenido la mas mínima intención de perjudicar a esta persona ni he ejecutado acción alguna que supusiese daño o perjuicio para la misma, y en las pocas veces que hemos hablado siempre ha quedado clara la transparencia de mis actos y mis sentimientos de aprecio y consideración hacia ella, destacando siempre una relación cordial y respetuosa por ambas partes.

6.-Durante 4 años he tenido que sufrir  continuos desprecios, mensajes amenazantes, murmuraciones, ataques a mi página Web, desplantes y  miradas airadas, de cierto grupo, que en un  ambiente tenso y enrarecido, expresan una gran carga de resentimiento, rencor y mala voluntad, confabuladas en torno a esa señorita, con el único objeto de perjudicar mi imagen, tratando de dañar mi buen nombre y mi autoestima, a pesar de que entre esa persona y yo jamás ha habido ni trato de amistad, ni enfrentamiento, ni  reproche alguno, pero tampoco enemistad. Es decir, no ha habido nada.

7.- Si consideramos que alguna de esas personas seguían avivando la hoguera de las infamias con sus  habladurías, con la intención evidentemente maliciosa de provocar  que las mismas afectaran a mi entorno social y familiar, su mala fe y su ruindad se multiplicaron por 3, máxime cuando esas personas tienen una formación académica, que no puede excusar su comportamiento.

8.- Mientras, se meten en mi vida privada con habladurías dañinas y cotilleos  despiadados, y en fin una retahíla de infamias, que han desbordado mi paciencia y por supuesto mi indulgencia.