Disfrutando en el pueblo, con un tiempo excelente, donde  es un placer dar los tradicionales paseos por su entorno. En el pueblo, bien sea por los confinamientos o por otra causa, el caso es que la afluencia de gente ha sido escasa. Calles desiertas, bares vacíos (excepto el Domingo), esa ha sido la tónica de los 4 días de estancia en nuestro querido pueblo, que sí  ha servido para desconectar de la gran ciudad, alejarnos de las trifulcas políticas y disfrutar de estas zonas rurales que son remanso de paz, relajación y serenidad. Es mi intención, que el momento que la familia se quede librre de obligaciones laborales, sin duda, estableceré mi residencia en el pueblo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

EN PLENA VENDIMIA

 

 

 

 

 

 

 

 

DE PASEO POR LAS CALES DEL PUEBLO