ANÓNIMO



LOS SIETE INFANTES DE LARA

El Señor de la ciudad, Gonzalo Gustios, tuvo siete hijos. Durante la boda de un familiar, uno de los siete infantes mata, accidentalmente, a un primo de la novia. La novia, exige venganza a su marido (Ruy Velázquez). Éste, para complacer a su esposa, trama la siguiente venganza: pide al Señor Gonzalo Gustios que mande un mensajero al famoso general árabe Almanzor (que se encontraba en Córdoba) con una nota en árabe, en la que pide que se mate al portador e indica dónde puede encontrar a los hijos del Señor Gonzalo, ofreciéndole la vida de éstos en señal de amistad. 

Almanzor hace preso al ingenuo señor Gonzalo Gustios y manda a sus tropas a emboscar a los siete infantes, que engañados por el vengativo marido, son asesinados y cortadas sus cabezas. Las cabezas son enviadas a Gonzalo Gustios, preso de Almanzor, que al verlas sufre tal dolor, que el General árabe, conmovido, lo libera. Durante su cautiverio, Gonzalo Gustios tiene un hijo con la hermana de Almanzor. 

Pasados los años, el hijo, Mudarra, vuelve a Castilla junto a su padre y, conociendo la historia de sus siete hermanos, los vengará y matará a Ruy Velázquez. Las cabezas de los Siete Infantes están hoy en la Iglesia de Salas, sus cuerpos, en una iglesia de La Rioja



LOS SIETE INFANTES DE LARA


1

Bohordadores en las bodas de doña Lambra

Levantóse de sobre Çamora el conde Garci Fernández.
Fuéronse con él muchos de León e de Portogale,
por seer en aquellas bodas de doña Llambra e de Ruy Vázquez.

Andudo con sus compañas fasta a Burgos llegare,
por veer los trebejos que fazían e el tablado lançare,
para doña Llambra con sus dueñas mandó ý tienda armare.

Primero lançó su vara el conde Garci Fernández
e después lançó otrosí el bueno de Ruy Velázquez,
e después Muño Salido, el que bien cató las aves,
e muchos de otras partes; e desí lançó Alvar Sánchez.


Quejas de doña Lambra:

"Ruégovos, don Rodrigo, que vos pese de mi male
pésevos de mi dolor, de vuestra deshonra grande
que vuestros sobrinos nos han fecho tan male"...

"Non curedes, doña Lambra, non tomedes más pesare
que si yo vivo e non muero, yo vos entiendo vengare
e darvos he tal derecho de que todo el mundo fable."


2

Malos agüeros

Esora enbió dezir por un escudero a sus sobrinos
[...]
en la entrada del monte ovieron a par del camino
un águila cabdal ferrera que estava encima de un pino.
Mucho l' pesó de coraçón a ese Nuño Salido:
"Estas aves nos lo muestran: tornemos nos, míos fijos"...
"...dos días ha que nos atiende nuestro tío don Rodrigo"...
e dexóse caer en tierra muerta a pie del pino
[...]


3

Se descubre la traición

"Dios del cielo, el tu poder es mayor,
señor, tu nos ayuda que traídos somos oy.
Tío, ¿qué señas son aquéllas? Malas son para nós."
[...]


4

Nuño Salido acusa de traidor a Ruy Velásquez

Dixo Nuño Salido: "¿Ay traidor, falsa carne!:
traído has a tus sobrinos, Dios te lo demande mal;
fablarán de tu traición quantos en el mundo hay."
E desque esto ovo dicho fuese para los infantes:
"Fijos, Dios que vos fizo vos ponga esfuerço e vos guarde."


5

Muerte de los infantes

Matáronles los cavallos quando los vieron sin armas,
los ovieron apeados, e todos descabeçaban
a ojo de Ruy Velásquez, así como él les mandava.
Pero Gonçalo González aún por descabeçar estava...
dexóse ir a aquel moro que los descabeçava
e diole en la garganta una tan grant puñada
que dio con él muerto en tierra, e tomó luego su espada,
con ella mató veinte moros que arrededor dél estavan.
Mas los moros non cataron por las feridas que les dava,
se ayuntaron e le tomaron; la cabeça le quitaban.
[...]

Ya son muertos los infantes ¿Dios les haya las almas!
Alicante a Ruy Velázquez en el ombro le besaba.
Ruy Velázquez a Alicante de coraçón le abraçava:
"D' aquí adelant nuestra facienda avémosla librada,
non ha de que nos temer en Castiella nin en Lara."
"Don Rodrigo, esta batalla cuesta a nos muy cara"...
"Digades a Almançor que me envíe sus parias."
"Enviad vós por ellas con mensajeros e cartas."
[...]


6

Las cabezas llegan a Córdoba

e por todos los otros de allén mar e de aquén mar...
[...]

Alicante pasó el puerto, començó de más andar,
por sus jornadas contadas a Córdova fue a llegar.
Viernes era ese día, víspera de sant Çebrián...
[...]

"Ganamos ocho cabeças de omnes de alta sangre,
mas tales ganancias caras nos cuestan asaz;
tres reis e quinze mill de otros perdiémoslos allá,
si me yo allá más llegara, otro troxera el mensaje."

E dixo'l: "Gonçalo Gustios, bien te quiero preguntar:
lidiaron los míos poderes en el canpo, de Almenar,
ganaron ocho cabeças, todas son de gran linaje;
e dizen mios adalides que de Lara son naturales,
si Dios te salve, que me digas la verdat."

Respondió Gonçalo Gustios: "Presto os la entiendo declarar:
si ellas son de Castiella conocer he de qué logar,
otrosí si de alfoz de Lara, ca serán de mi linaje..."

Violas Gonçalo Gustios bueltas en polvo e en sangre;
con la manta en que estaban començólas de alinpiar,
tan bien las afemenció, conosciólas por su mal.


7

Lamento fúnebre de don Gonzalo

Llorando de los sus ojos dixo entonces a Almançor:

"Bien conosco estas cabeças por mis pecados, señor,
conosco las siete, ca de los míos fijos son,
la otra es de Muño Salido, su amo que los crió.

¡Non las quiso muy grant bien quien aquí las ayuntó!:
captivo desconortado para siempre so"...

Colgada çerca de sí estar una espada vio,
e tomóla en la mano e al corral salió,
con tres moros que eran guardas del rey así topó,
e cuidaron que fuía; las cabeças les cortó.

Con su espada en la mano en la rúa desí saltó,
a todos los matava quantos ý falló,
así omnes como mugeres, que a ninguno non fazía amor.
E ovo d' él muy grant duelo Almançor quando esto vio,
e dixo a Alicante que mandase dar pregón...

E pues Gonçalo Gustios a las cabeças se tornó,
e muy bien del polvo e de la sangre las alinpió
e púsolas en az, como cada una nasció,
estavan lo oteando Alicante e Almançor.


8

Lamento por Muño Salido

Tomó primero en sus braços la cabeça de Muño Salido
e razonóse con ella como si fuese bivo:

"Sálvevos Dios, Muño Salido, mi conpadre e mi amigo,
dadme cuenta de los míos fijos que en vuestras manos ove metido,
por do en Castiella e en León erades vós muy temido
e de mejores que vos érades servido.

¡De Dios seades perdonado, conpadre e amigo,
si fuestes vós en consejo con su tío don Rodrigo,
lo que vos non faríades por lo que en vós no avía visto!

Cataríades los agüeros como amo e padrino,
non vos querría creer Gonçalo Gonçález mi fijo,
ca se doldría de mí que yazía en cativo.
E perdonatme, conpadre e mi buen amigo,
que mucha falsedat sobre vós he dicho."


9

Lamento por Diego

La cabeça de Muño Salido tornóla en su lugar
e la de Diego Gonçález su fijo el mayor fue a tomar,
mesando sus cabellos e las barbas de su faz,
¡Viejo so mesquino para estas bodas bofordare!

Fijo Diego Gonçález, a vos quería yo mase
fazialo con derecho ca vos naçiérades ante.
Grant bien vos quería el conde ca érades su mayor alcaide
tan bien tovistes la su seña en el vado de Cascajare,
a guisa de mucho ardido, muy onrada la sacastes.

Fezistes, fijo, en ese día un esfuerzo muy grande:
alçaste la seña, metístesla en la mayor haze,
fue tres vezes abaxada e tres vezes la alçastes
e matastes con ella dos reyes e un alcaide.

Por esto en arriba los moros oviéronse de arrancare,
metíense por las tiendas que non avían vagare,
e vós yendo en ese día en pos ellos en alcançe
fue de vós muy bien servido el conde Garci Fernández.
¡Bueno fuera Ruy Velázquez si ese día finase!

Trasnocharon los moros, fuéronse para Gormaze.
Diovos ese día el conde a Caraço por heredat,
la media poblada e la media por poblar;
desque vós moristes, fijo, lo poblado se despoblaráve."

Besó la cabeça e tornola a su lugar.
Cada uno como nasçió así las iva tomare.


10

Lamento por Martín

La cabeça de Martín Gonçález en braços la tomava.

"O fijo Martín Gonçález, persona mucho onrada,
¿quién podría asmar que en vós avía tan buena maña?
Tal jugador de tablas non avía en toda España;
muy mesurada miente vos fablávades en plaça,
bien plazía ende a todos los que vos escuchavan.

Pues vos sodes muertos, por mí non daría nada,
que viva o que muera de mí ya no me incala,
mas he muy fiero duelo de vuestra madre doña Sancha:
sin fijos e sin marido fincará tan desconortada."

Besó la cabeça llorando e a su lugar tornava
e la de Suer Gonçález en braços tomava.


11

Lamento por Suero

"Fijo Suero Gonçález, cuerpo tan leale,
de las vuestras buenas mañas un rey se devía pagare,
de muy buen caçador no avíe en el mundo vuestro par
en caçar muy bien con aves e a su tiempo las mudar.

¡Malas bodas vos guisó el hermano de vuestra madre,
metió a mí en cativo e a vós fizo descabeçar:
los nasçidos e por nascer traidor por ende le dirán!"


12

Lamento por Fernando

Besó la cabeça llorando e en su lugar la dexóve,
la de Fernant Gonçález en braços la tomóve.

"Fijo, cuerpo honrado, e nombre de buen señore,
del conde Fernant Gonçález, ca él vos bateó.
De las vuestras mañas, fijo, pagar se devía un enperador;
matador de oso e de puerco e de cavalleros señore,
quier de cavallo quier de pie que ningún otro mejor.

Nunca rafezes compañas, fijo, amastes vós,
e muy bien vos aveníades con las más altas e mejores.
¡Vuestro tío don Rodrigo malas bodas vos guisó:
a vós fizo matar e a mí metió en prisión,
traidor le llamarán quantos por nascer son!"


13

Lamento por Rodrigo

Besó la cabeça llorando e en su lugar la miso;
la de Ruy Gonçález en braços la priso.

"Fijo, Ruy Gonçález, cuerpo muy entendido,
de las vuestras buenas mañas un rey sería conplido,
muy leal e señor e verdadero amigo,
mejor cavallero de armas que nunca omne vido.

¡Malas bodas vos guisó vuestro tío don Rodrigo:
a vos fizo descabeçar e a mí metió en cativo!
Hevos finados d' este mundo mesquino,
él por sienpre avía perdido el paraíso."


14

Lamento por Gustios

Besó la cabeça llorando e en su lugar la dexava;
la de Gustios Gonçález en braços la tomava,
de polvo e de la sangre muy bien la alinpiava,
faziendo fiero duelo por los ojos la besava.

"Fijo Gustios Gonçález, avíades buena maña:
non dixérades una mentira por quant maña es España.
Cavallero de buena guisa, buen feridor d' espada:
ninguno feristes con ella que no perdiese el alma.
¡Malas nuevas irán, fijo, de vós al alfoz de Lara!"


15

Lamento por Gonzalo

Besó la cabeça con lágrimas e púsola en su lugar,
e la de Gonçalo su fijo el menor fue tomar,
mesando sus cabellos, faziendo duelo grande.

"Fijo Gonçalo Gonçález, a vós amava más vuestra madre.
Las vuestras buenas mañas ¿quí las podría contare?:
buen amigo para amigos e para señor, leale;
conosçedor de derecho, amárades lo judgar,
en armas esforçado, a los vuestros franquear,
alançador de tablado nunca omne lo vido tale;
con dueñas e donzellas sabíades muy bien fablar
e dávades las vuestras donas muy de voluntad
donde érades más amado que otro cavallero de prestar
meester avía agudeza quien con vos razonase,
mucho sería agudo si la primera non levase.

Los que me temían por vós, enemigos me serán,
aunque yo torne a Lara, nunca valdré un pan;
non he pariente ni amigo que me pueda vengar:
¡más me valdría la muerte que esta vida tal!

E en esto comediendo, amortescido se ha,
la cabeça de las manos sobre las otras se le cae,
quando cayó en tierra de sí no sabía parte.

Pesó mucho a Almançore e començó de llorare;
con grant duelo que d' él ovo dixo contra Alicante:
"Non morrá aquí don Gonçalo por quanto Córdova vale,
ca yo vi quánta traición a él fizo Ruy Velázquez."
[...]


16

Almanzor encomienda el cautivo a su hermana

Almançor mandó llamar una infante, su hermana...
e muy bien e muy apuestamiente fablava:

"Hermana, si me vós amades, entrad en esa casa
do yaz ese christiano que es ome de sangre alta...
vós, mi hermana, conortatlo con muy buenas palabras..."
"Así yoguiesen agora todos los christianos de España"...
[...]


17

"Conortatlo en toda guisa si quisierdes mi amor,
sinon, set ende çierta non faredes vuestra pro."
[...]


18

La mora consuela al cautivo

"¡Conortatvos, christiano, mucho vos veo cobarde!;
los moros e los christianos quando avedes lid canpal
passades los bivos sobre los muertos con grant coita de lidiar.

E pues vós esto non podedes librar,
lo que yo, muger, sofrí, cuedo sofreríades mal:
yo avía pocos años quando murió mi madre
e yo nunca ove marido nin amigo en poridat
e mi hermano Almançor a Sevilla me fue a casar
con un rey muy poderoso e de muy grant rictat...

Mi hermano envió por nós una fiesta de Sant Johan:
en el axaraf de Sevilla christianos fuimos topar,
mataron a mío marido; mis siete fijos otro tal.
Yo escapé a vida, metíme en un axarafe,
lazré noche e días e non me quis por end matar.

Veovos los cabellos blancos, mas el rostro fresco asaz:
por ventura aún faredes fijos que a los otros vengarán."
Ella dezía mentira por lo haber de conortar,
ca nunca fuera casada, nin fijos fuera engendrar,
mas era donzella e fermosa asaz.

Don Gonçalo paró en ella mientes e d' ella fue trabar.
"Dueña, vos açomastes el sueño, Dios lo quiera soltar,
ca conbusco faré el fijo que a los otros vengará"...
[...]


19

Elogio de Mudarra y libertad de don Gonzalo

[...]
fue después muy buen christiano e a serviçio de Dios,
e fue el más onrado ome que en Castiella moró
afuera del conde don Garçi Fernández que ende era señor...
Vinieron Almançor e Alicante a ver a Gonçalo Gustiós...
"Nós non ganamos nada, don Gonçalo, en la tu prisión
ca tú as perdida la fuerça, e el seso, e el valor"...
[...]


20

Despedida de Gonzalo Gustios

"...dalda al rey vuestro hermano, que él la casará,
que yo sé por él que no le pesará..."
[...]


Llegada de don Gonzalo a Salas

E enbiaron a los Cameros e a Salas su heredat
por aquellos que eran de su debdo e linaje,
e a Castiella por el conde don Garçi Fernández...
fizieron muy grant duelo por los infantes...
En partiéndose del duelo, dixo el conde Garçi Fernández:

"Amigos, este dapño nunca más se puede cobrar
e non avedes por qué lo fazer más;
alçóseme con la tierra el traidor de Ruy Velázquez
e non la puedo cobrar por la muerte d' estos infantes..."


21

Ruina de Salas

Despoblávanse e caíanse los palaçios e las casas.
E de quantas donzellas avía doña Sancha
non fincó con ella sinon una su collaça.
Don Gonçalo Gustios eran las lágrimas tantas...
[...]


22

Disputa sobre el ajedrez

Ensañóse el rey de Segura e dixo a Mudarra Gonçález:

"Bien franco seríades si toviésedes qué dar"...
"Siempre yo avré qué dar, aunque vós non querades"...
"Más vos valdría, rapaz, ir buscar a vuestro padre"...
"Non departades comigo que vedar vos le he muy mal"...
[...]
"Atendetme aquí e iré a preguntar a mi madre
que me non diga mentira e mostrarvos he mío padre."
[...]


23

Oídolo ha Almançor en el palacio onde estava,
endereçó para allá con grandes conpañas;
espada en mano dezía: "¡Feritlos, non se vos vayan!"...
[...]


24

"Por vós me denuestan en la corte, dízenme que non he padre"...
[...]


25

Mudarra sabe quién es su padre

"Fijo, padre avedes muy onrado, qual saben en toda España:
ha nombre Gonçalo Gustioz e es natural de Salas."
[...]


26

Mudarra se despide de Almançor

"Denuéstanme en vuestra casa, e dízenme que non he padre,
e yo si vuestra merçed fuere, quiérolo ir buscar:
si él fuere bueno e onrado para vós he de tornarme,
si fuese fijo de villano nunca me veredes más"...
[...]


27

La hueste de Mudarra

E desque esto ovo dicho, fue el rey maravillado...
Si en mi reino los oviese plazerme ía de grado...
de gestos e cuerpos mancebos e fidalgos;
de aquellos fueron conplidos los trezientos de cavallo.


28

Cavalgó con los suyos e fuese su camino,
por las tierras de los moros fazíanle mucho serviçio
[...]


29

"...ruego vos que me digades vuestros coraçones"...
Sueño de doña Sancha
"...descuentra Córdova veía venir volando un açor...
tan grande que la su sombra crubría a mí e a vós...
ívase posar en el onbro de Ruy Velázquez, el traidor"...
[...]


30

El escudero de Mudarra en Salas

[...]
por donde solían andar muchas buenas conpañas,
pesól' mucho ca vio estar solas las casas...
[...]

"Tomad, señora, estos paños en nombre de estrena honrada;
buen huésped vos viene, e seed bien conortada,
ca vos viene por huésped el infante don Mudarra,
sobrino del rey Almançor, fijo de la infante su hermana."
Con fondo sospiro allí dixo doña Sancha:
"¡Dios quiera que sea el açor que yo esta noche soñava!"
[...]


31

[....]
venían con él sus vasallos que lo solían aguardar;
e el escudero las manos fuele besar.


32

"Buen huésped vos viene, el infante don Mudarra,
sobrino del rey Almançor, e fijo de la infante su hermana.
Mandat llegar el consejo que busquen viandas:
aquí avemos, de que se paguen, mucho oro e mucha plata."
Respondióle don Gonçalo: "Bien lo servirán en Salas"...


XXXIII

Mudarra ve en la iglesia las siete cabezas

[....]
e la su persona serié buena para un emperador...
e yendo por el camino una eglesia falló
e entró en ella a fazer su oración:

"A Dios digo verdat que del mundo es señor,
poca serié la mi vida si estas cabeças non vengo yo."


34

Llega ante su padre

Saliéronse de la eglesia, fuéronse para don Gonçalo,
e todos los de Salas le vinieron besar las manos;
dixeron que lo servirían e farían su mandado.
Don Mudarra González diçió a la puerta del palaçio
[...]


35

Don Gonzalo niega a su hijo

"Yo so sobrino de Almançor, fijo de la su hermana,
vós me avedes engendrado, vuestro hijo so sin dubdança."

Dixo Gonçalo Gústioz: "Desque casé con doña Sancha,
nunca ove fazimiento con mora nin con christiana;
vós servido seredes en quanto fuerdes en Salas;
e d' esto que vos digo non podedes saber más nada."


36

Doña Sancha reconoce a Mudarra

Respondió sañuda miente ese Mudarra Gonçález:

"Si me non queredes por fijo, nin yo a vos por padre,
ca donde yo menos valgo así es de vuestra parte.
Mas déxeme Dios vengar míos hermanos los infantes
e recebir cristiandat por mi ánima salvar,
que por vuestro heredamiento non doy quanto un figo vale."

Allí dixo doña Sancha: "¡Si vós viésedes como ante!:
si viésedes agora su rostro e su faz,
diríades que éste era vuestro fijo Gonçalo Gonçález.
E vós con miedo de mí non neguedes lo que errastes,
ca quien yaze en captivo non puede ley guardare,
ca conviene pecar con lazería, sed o fanbre.

E por vergüença de mí non neguedes vuestra sangre:
pecariedes mortal miente e yo avría enojo grande.
¡Tales pecados como este oviésedes siete o más!
vos tomariedes penitencia e yo tomaría la meetad."

Estonçe dixo don Gonçalo toda la verdat:

"Si es fijo de la infante, él me dará señal..."


37

Propósitos de venganza

"Agora que plugo a Dios que me diese padre honrado...
e levó a descabeçar a los siete infantes, mis hermanos"...
"...viene vuestra gente cansada, los caballos muy enojados..."
[...]


38

................
enbiaron luego su carta al alfoz de Lara
e fasta los Cameros, e a Piedra Lada
[...]
fazianle mucho serviçio de carneros e de vacas...

"Del traidor de Ruy Velázquez, señor datnos vengança"...
"O poca será mi vida o avré d' esto vengança."
[...]


39

Destrucción de Barbadillo

...........................
"que aquí se fizo la carta por que fue presso mi padre
e por que fueron muertos míos hermanos los infantes;
poca será la mi vida o yo los he de vengar."

"Merced, conde señor, doletvos de nuestro mal:
afevos aquí un fijo que a Dios plugo de nos dar";
e don Mudarra iva al conde por las manos le besar.
El conde quando lo vio, començó de llorar.
"Este es Gonçalo Gonçález mesmo el su cuerpo e la su faz."


40

Amenazas de Ruy Velásquez

E fueron aquestas nuevas a Ruy Velázquez onde estava
con dozientos cavalleros en el castiello de Amaya
Pesól' de coraçón, pero que dixo fuertes palabras:

"Por todo aquesto non do quanto una paja;
ante que salga este año ayuntar me he con él en batalla,
e onde fize traer de los siete sus cabeças a Salas,
si me Dios non es contrallo, eso faré a don Mudarra."
[...]


41

Persecución del traidor

..................................
partieron con don Mudarra e fueron çercar a Urçejo,
ante de tres días oviéronlo preso,
e mataron ý quantos fallaron dentro;
e después fueron a Urbel e falláronlo desierto...
[...]


42

Ruy Velázquez huye de Amaya

"Vayámosnos de aquí, cavalleros e vasallos;
andemos quanto pudiéramos, ca si aquí somos cercados,
non seremos acorridos de moros nin de christianos.
Si ál queredes fazer, a mí conviene, mal pecado,
de foír presto de aquí ante este renegado."


43

Luego el traidor, partió se de Amaya
e llegó a Madumne otro día mañana,
e atravesó Carraço e a Castro tornava,
basteçió el castiello de pan, vino e de agua.

Siguiéndole el rastro iva, en pos él, don Mudarra;
e desque sopo Ruy Velázquez que passava el agua,
acogióse el traidor de Castro por la mañana,
cavalgó tan privado e fuese a Saldaña.

Aquí dixo el infante don Mudarra
a la gente de la tierra, que mucha consigo levava,
que el conde Garçi Fernández se la avía dada:

"Tornadvos de aquí, amigos, con toda la peonada,
perdedes vuestras faziendas, non ganades aquí nada,
que para el cuerpo traidor asaz imos de compaña,
e nunca lo alcançariemos así aforrado como anda."

Todos gelo agradesçieron e por su vida oravan;
vanse para sus tierras, don Mudarra para Saldaña.


44

Ruy Velázquez huye de Saldaña

En otro día el traidor de Saldaña partió,
agua de Carrión ayuso fuese para Monçón.
Don Mudarra sopo las nuevas, para allá adereçó;
topó con su rostro a par del río Carrión.

Cuitóse de andar por lo fallar en Monçón,
e quando don Mudarra a Monçón llegó
el traidor era ya ido en la Torre de Mormojón,
e don Mudarra tras él por el rastro lo siguió
e quando don Mudarra a la Torre llegó
el traidor de Ruy Velázquez a Dueñas se tornó,
e quando don Mudarra en Dueñas entró
el traidor ya pasava Pisuerga e Carrión;
fuese para Tariego, el castiello basteçió.

Mudarra salió de Dueñas, en el rastro le entró:
quando Ruy Velázquez lo sopo fuese para Cabeçón,
e don Mudarra en pos él por Pisuerga a fondón;
non lo falló ý don Mudarra cuando llegó a Cabeçón
ca donde el traidor comía non alvergava ý esa noche
[...]


45

Ruy Velázquez caza en Val de Espeja

E cantados los gallos el traidor madrugava,
fue agua de Espeja acima quando fue mañana;
con su açor que traía la ribera catava,
e ante que llegase a Espeja falló una garça muy brava;
lançól' el açor de lueñe, el açor non pudo alcançalla,
rodeóla atan alto que entre las nubes entrava.

Muy sañudo Ruy Velázquez en buscar el açor se afincava,
con dozientos cavalleros que d' él avían soldada.
Ellos buscando el açor, Mudarra asomava,
con mill cavalleros de Castilla e de Lara.

Ataleadores llegaron do Ruy Velázquez fablavan:
"Señor, pensemos de foír, afe aquí don Mudarra,
con muy grandes cavallerías cubierta viene la xara."


46

"Val de Espera"

Do estas nuevas le dixeron avía nombre Val d' Espeja,
e allí dixo Ruy Velázquez: "Por aquel que vive e regna
aquí me fallará en aqueste val de espera."

De aquel día en adelante siempre l' llamaron Val d' Espera.


47

Mudarra se apresura

Los ataleadores bolvieron a más andar a don Mudarra:
"Señor, aguijad, el traidor non se nos vaya,
ca no l' podremos alcançar si se nos mete en la xara."

Allí dixo a los suyos el infante don Mudarra:

"Señores, andad, que aquí faremos tal cavalgada
que si yo bivo e no muero el albricia vos será dada.
¡Armas, armas, cavalleros, el traidor no se nos vaya!"


48

Ruy Velázquez y Mudarra animan a sus bandos

Veriedes cavalleros atan apriesa deçir,
conpañas a conpañas todos se guarnir,
los que eran guarnidos a las señas piensan ir.

Desque esto vio Ruy Velázquez, començó de aperçibirse,
acabdillando sus hazes oirédes lo que diz:

"Los que venistes cavalleros, lo que gané convusco lo partí;
los que venistes escuderos, cavalleros vos fare aquí;
catad, aleve sea llamado qui me desampare en lid,
que aunque solo me dexedes, non me avré de aquí a partir.

Si veo al fi de la renegada fiero golpe le cuedo ferir,
que non me ternía por onbre si a tierra no l' fago venir,
e si a él abato, los otros non se me pueden ir,
e a la vieja de mi hermana malas nuevas le faré ir."

Quando d' ella parte e d' ella se acabaron de guarnir,
una lança en la mano començóla a esgrimir,
a sus cavalleros díxoles así:

"Estad quedos en haz, a mi delant me dexad ir,
que si yo veo al traidor de los suyos se partir,
los que son oy por nascer d' ende avrán qué dezir.
Si vierdes que todos arrancan, luego me seguid;
e si en el canpo me espera tras mí no curedes ir:
vengaré a mis hermanos o yo quedaré allí."


49

Mudarra y Ruy Velázquez se avistan y combaten

Esque esto ovo dicho, movió para Ruy Velázquez.
Don Rodrigo con dozientos acabdillado estava en haze;
dixo contra los suyos: "Amigos, quedos estad;
yo quiero ver aquel que se aparta quí es o qué viene buscar."

Pusiéronse en sendos cabeços, en medio un pequeño valle:
catávanse uno a otro, non se querían saluar.
Dixo Ruy Velázquez a Mudarra González:
"¿Quí sodes vós, cavallero, e qué venides buscare?"

Respondióle don Mudarra: "Yo so vuestro enemigo mortal,
vengo vengar la muerte de mis hermanos los infantes
que vós como traidor levastes a descabeçar."

"Vos sodes el traidor" dixo Ruy Velázquez,
"ca desque a Lara entrastes me fiziestes mucho mal:
matastes me mis vasallos e las mis villas quemastes;
agora me lo pagaredes que en tal tiempo estades."

Dixo don Mudarra: "Mientes, don falso traidor desleal;
de quantas traiciones pensaste oy derecho tú darás.
Castiguemos la cavallería, estén quedas nuestras hazes,
lidiemos nós uno por otro si esto a vós plaze,
que las nuestras gentes, ¿por qué se an de matare?
Entrefiar vos he mi cuerpo o vengaré los infantes."

Dixo Ruy Velázquez: "Todo esso a mí plaze."

Respondióle don Mudarra: "Pues los vuestros castigad,
castigaré yo los míos que ninguno non derranche,
traidor sea como Judas quien ý fiziere ál."

Amos se desafiaron, uno de otro muy cerca están:
e sus gentes castigadas, dixo Mudarra Gonçález:
"¡Este es el día que yo deseava más!
Señor, tú cuida al que andava con verdad."

Allí le dixo Gonçalo Gústioz su padre:

"Fijo, por amor de mí non lidiedes con él aparte;
fuerte cavallero es el traidor, non ha en España su pare;
yo que lo conozco con él me dexad lidiare,
vengaré mis fijos e lo que me fizo cativare."

Dixo don Mudarra: "Señor, non me mandedes tale,
omenaje le tengo fecho, no lo puedo quebrantare;
no falsaría mi palabra por quanto el mundo vale.
Veámonos con salud, si al Nuestro Señor plaze."

Espoloneó el cavallo e deçendió por el valle.
Muy agradoso el traidor a reçebirlo sale.
Allí espolonean los cavallos, a acometerse van;
abaxadas las lanças fieros golpes se dan,
quebrantaron los escudos que ninguna pro les han,
desmallávanse las lorigas como si fueran çendal.

El poder de Jesucristo siempre amó verdad:
el golpe que el traidor dio a Mudarra Gonçález
non quiso Dios que l' prendiese en la carne
pero non dexó la lança de salir de la otra parte.

La lançada que don Mudarra dio al traidor de Ruy Velázquez
firiól' por meitad de los pechos, la loriga le fue a falsar;
más de la media lança salió de la otra parte,
sacóle de la silla, en tierra lo fue derribar:
nunca otro cavallero diérale golpe tal.

Don Mudarra tiró de la lança por otra ferida le dar,
desde encima del cavallo queríale golpear;
díxol' don Rodrigo: "Amigo, ¿qué ganas en me matar?,
ca el golpe que me diste me abonda asaz;
mas por la fe que a Dios deves tanto te quiero rogar:
mis vasallos non han culpa, non les quieras fazer mal."

Desque Gonçalo Gústioz vio al traidor en tierra estar,
aguijó el cavallo, quanto pudo fuese para allá:

"Fijo, ese traidor non mates, liévalo a doña Sancha tu madre
que soltará el su sueño que soñava beber de su sangre."

"Por Dios, señor, dixo Mudarra, en Salas non entrará,
en Vilvestre, su casa, allí lo justiciarán".

Cargado en una azémila, comiénçanlo de levar;
tamaño gozo han los de Lara, comiençan a bofordar.


50

Los vasallos del traidor, despedidos

Los vasallos de Ruy Velázquez vanse para don Mudarra:

"Señor, non nos culpedes, ca servimos nuestras soldadas;
si vos ploguiere, seremos en vuestra conpaña."

Entonce les dixo ese infante don Mudarra:

"Amigos, id vos en buen ora, vuestro servicio no me incala.
Mas dadme agora recabdo cómo me dedes Castro e Amaya,
finquen al conde las heredades que d' él avedes tomadas,
e vos id catar señor que bien vos faga,
que en vida del conde ni en la mía non ganaredes nada."
[...]

Ya mueven de Val d' Espera, troçen el pinar de Argança,
vanse con el traidor a Vilvestre su casa.
D' allí enbían los mandados a Salas, a doña Sancha,
que viniese a las bodas de don Mudarra.
E ella desque lo sopo, vino muy loçana.


51

Doña Sancha acude a Vílvestre, donde ve cumplido su sueño

Doña Sancha entró en Vilvestre, todos a reçebirla salen,
coberturas villutadas, bofordando van;
Mudarra a doña Sancha las manos le fue besare,
diziendo a altas bozes: "¡Justicia el cielo faze!
Señor, d' este traidor tú me quieras vengar."

Deçienden todos de las bestias, al palaçio van entrar.
Entonce dixo don Mudarra a doña Sancha su madre:

"Vedes aquí el traidor, agora lo mandat justiciar."

El traidor cerró los ojos e la non quiso mirar;
catávalo doña Sancha en el suelo donde yaz,
echado en unas colchas vio correr d' él mucha sangre:

"¡Grado e gracias a ti, Señor rey celestial,
que veo el sueño que soñé que bevía de la su sangre!"

E fincó los inojos para beber, d' él a par,
mas desque así la vio esse Mudarra Gonçález,
rebatóla en los braços, ayudóla a levantar.

"Non lo fagades, señora, non quiera Dios que tal pase,
que sangre de omne traidor entre en cuerpo atan leal;
afelo en vuestras manos, mandatlo justiciar."

Los unos dezían: "Señora, cada día un mienbro le tajad";
los otros dezían: "Señora, mandaldo desollar";
otros le dezían: "Por Dios, vámoslo a quemar";
los otros le dezían: "Señora, vámoslo a apedrear."

Allí fabló doña Sancha, oiredes qué dirá:
"A todos lo agradezco que vos sentides de mi mal,
mas quiero esta justicia fazer a toda mi voluntad;
plaziendo a Dios e a don Mudarra yo quiero ser d' esto alcalde:

en Burgos fueron las bodas, al tablado alançare,
sobr' esto se levantó esta traición atan grande,
por cativar mi marido, mis fijos descabeçare;
alçaldo agora en dos vigas, pies e manos le atade,
de los que finaron en la batalla vénguese agora su linaje:

escuderos e cavalleros, e los que pudieron alcançare,
con lanças e con bofordos todos vengan alançar,
que las carnes del traidor hayan a despedaçar,
e desque cayere en tierra apedreallo han."

Como doña Sancha mandó, así a fazerlo van.
Veriedes las carnes del traidor todas a tierra caen,
ca la conpaña era mucha, aína lo van despedaçar;
ayuntaron los pedaços, piedras sobre él van lançar,
cubierto fue d' ellas, diez carradas sobre él yazen.

Agora quantos por ý pasan de Paternoster en lugar,
con sendas piedras al luziello van dare,
e dizen: "Mal sieglo aya la su alma. Amén."
Por esta guisa es maldito aquel que traición faze;
non fallaredes en España qui su pariente se llame.


52

Doña Lambra pide en vano merced al conde

La mala de doña Lambra para el conde ha adelinado
en sus vestidos grandes duelos, los rabos de las bestias tajados;
llegado ha a Burgos, entrado ha en el palacio,
echóse a los pies del conde e besóle las manos.


53

"¡Merçed, conde señor, fija so de vuestra prima!
Lo que don Rodrigo fizo yo culpa non avría,
e non me desanparedes ca pocos serán los mis días."

El conde dixo: "¡Mentides, doña alevosa sabida!
ca todas estas traiciones vós avedes bastecidas;
vós de las mis fortalezas érades señora e reïna.

Non vos atreguo el cuerpo de oy en este día;
mandaré a don Mudarra que vos faga quemar viva
e que canes espedaçen esas carnes malditas,
e, por lo que fezistes, el alma avredes perdida."

Así fincó doña Lambra pobre e muy mezquina.


54

Desamparo y fin de doña Lambra

Desque esta cuitada de dueña del conde fue desanparada,
fuyendo por la tierra do sabía que era Mudarra,
con una manceba sola andava apeonada,
e non avía qué comer si non lo que por Dios les davan.

Murió en la sierra de Neila, e en Neila yaze soterrada
e hoy en día quantos por ý pasan
nunca dizen Paternoster, dízenle: "¡Mal sieglo haya!"
Amén.