Para los que visitabais mi página los últimos días, pudisteis comprobar que se estaban publicando escritos, ajenos a la temática del pueblo.
Es bien cierto y os pido disculpas por ello. Se publicaron una serie de escritos en los que criticaba abiertamente ciertos comportamientos que desde hace tiempo se vienen enmarcando en una idiosincrasia enfangada en el cotilleo mas burdo, grosero e inmoral, de forma miserable, ruin y mezquina y que de forma solapada siguen produciéndose.
El tsunami de críticas, insultos, amenazas y ofensas (y que aún continúan) originadas a raíz de ciertos mensajes escritos en la red ya en el año 2008 relacionados con una señorita estudiante en Salamanca, me han hecho tomar ciertas medidas, entre ellas este escrito, para aclarar de una vez por todas, los posibles malentendidos causados por las murmuraciones, los cuentos e infundios y sobre todo para aclararle a la persona a la que yo pedí disculpas, que no se hizo porque yo me sintiera culpable de algo, que tampoco se pidieron las disculpas por que yo hubiese molestado a esa persona, sino para aclarar el malentendido, por los cuentos, dimes y diretes, que han propagado sobre mi esas buenas gentes... (ese grupo confabulado) que solo ocultan una actitud hipócrita soportada por una doble moral, muchas veces generada por su falta de ética y de moral, su rencor, su antagonismo visceral, su envidia y su maldad.
No se trata de demonizar a toda la gente del pueblo, ni mucho menos, pues sigo teniendo fe en las buenas personas que en el viven, gente sensata y noble, cuya palabra es ley, de honor y autenticidad, muy lejos de ese grupo, que en comandita se confabulan para denigrar el buen nombre y la imagen de las personas.
Muchos son los agravios que se han cometido y continúan cometiéndose, y en el último mes, muestra de lo que estoy comentando, se han producido dos casos totalmente miserables, denigrantes y deshonestos. Uno, el de una "señorita" (d Salamanca) que me amenazó con tener problemas por el simple hecho de haber compartido en las redes sociales una foto que ella tenia en su cuenta y en público. Lo irónico es que se hizo por consideración, pero parece ser que no reaccionó mal por compartir la foto sino porque era yo el que la compartía, demostrando así su inquina contra mi persona, su malicia y su rencor. El otro caso, sobre un individuo apodado "libertario" que vertió hace 2 días, de forma anónima y cobarde, improperios vejaciones e insultos en el libro de visitas contra la página Web.
Precisamente este apartado, va dirigido a ese grupo, que desde las redes sociales se enfangó al criticar, insultar, amenazar y denigrar; también a los que se entretuvieron en el libro de visitas de cierta página Web en escribir de forma vejatoria e insultante, sin atenerse a principios, ni ética, ni moral, y por último a esas gentes del pueblo, que te muestran buena cara por delante y te ponen a parir por detrás y en este grupo incluyo por desgracia a esas personas cercanas a mi, y que se han entretenido en sembrar discordia, en manchar la buena imagen con las pestes que salen de sus bocas en un alarde de cinismo, malicia, miseria y ruindad.
Harto ya de todo esto, lo que si es cierto, es que no voy a tolerar ni un comentario mas que perjudique o manche mi imagen y ataque a mi dignidad, porque cuando las ofensas se convierten en calumnias e injurias, son los tribunales los que deberán dictaminar.
En esta tesitura, no tiene sentido que yo siga dedicando una página web a un lugar donde la ingratitud, la envidia y el resentimiento visceral han creado un ambiente tenso y enrarecido, donde la hipocresía de las buenas gentes las vuelve poco fiables y cuya lealtad y proceder, han quedado evidentemente en entredicho.