LA CRISIS QUE SE AVECINA


 HABLEMOS CLARO

TENEMOS EN CIERNES  OTRA  GRAN DEPRESIÓN?

 

Sí, queramos o no, debemos reconocer  que lo malo de la crisis todavía no ha empezado. La única ventaja es que la hemos visto venir y nos hemos ido adaptando, pero sin ánimo de ser tremendista, ni pesimista,  debemos prepararnos para una situación mucho peor.

 

Y esta gran depresión que se avecina no es nacional, es global, una situación provocada por una serie de circunstancias  que se han fusionado en cadena, siendo la una consecuencia y nexo de unión con la otra.

 Los anunciados pactos, propiciados por el Rey, solo serán cantos de sirena, pues las posturas ideológicas de ambos partidos mayoritarios en el fondo son irreconciliables, y no cederán, ni por el bien común, si perjudica a sus intereses de partido y el "ansia" de poder.

 

La globalización trajo cosas muy buenas, como la libre circulación de mercados, capitales y trabajadores, pero trajo una muy mala, y es que cualquier constipado económico en una de las naciones fuertes, afecta directamente al resto del mundo.

 

Podremos salir de esta crisis a nivel nacional? NO. Podrá un adelanto de elecciones o un cambio de gobierno solucionar la crisis que atravesamos? NO.

Y por la sencilla razón de que la crisis no es  de un país concreto, sino global y solo globalmente se podrá solucionar algún día, pero antes entraremos en una escalada de mini crisis, que serán consecuencia de la gran crisis, posiblemente otra Gran Depresión.

 

Debemos preveer con antelación suficiente las difíciles situaciones económicas que pueden sufrir millones de familias, es un deber y una obligación inexcusable por parte de los Gobiernos el adelantarse  a situaciones  que pongan en riesgo la subsistencia y alimentación de millones de personas.

 

La deuda pública generada en muchos países, supone un déficit demasiado alto, para solucionarlo con medidas fiscales, laborales o económicas.

Ni siquiera la contención del gasto público servirá para reducir en un 2,10% el déficit que arrastran muchos países entre ellos España.

 

 Se generó durante años una riqueza y desarrollo sin la debida cimentación y se creció sin una base sólida, que al menor vendaval  se ha demostrado su debilidad y fragilidad y se ha derrumbado  como un castillo de naipes.

 

Es un hecho constatado y muy grave, que de nuevo el fenómeno se haya  iniciado en Estados Unidos, al igual que en el 1929, tras una década de crecimiento económico, incremento del endeudamiento y especulación bursátil, con beneficios rápidos y fáciles. Este crash bursátil ha  motivado una reacción en cadena en el sistema financiero, con numerosos bancos que empezaron a tener problemas de solvencia y de liquidez al acentuarse la desconfianza en su capacidad de reembolsar a los depositantes.

 

 La crisis se ha acentuado en España  por una prosperidad falsa que generaban al principio  ganancias  muy rápidas pero no con bases reales. Y es aquí donde todos los países han pinchado.

 

Ahora cuando  los inversores internacionales se están retirando el mercado financiero empieza a resentirse y la situación empeorara a pesar de que se tomen medidas draconianas. Las sencillas medidas que el gobierno y patronal están tomando no evitara que siga creciendo el desempleo y un descontento generalizado en  los entes sociales.

 Esto traerá consigo una reducción de salarios y a su vez una reducción de consumo, que afecta a las empresas que al no vender no pueden pagar a sus empleados, completando un circulo vicioso que empeorara día a día la situación, causa  directa de para provocar la  caótica situación.

Saben ustedes que esta desastrosa situación fue la que favoreció a las políticas extremistas, creando el caldo de cultivo necesario  para que Adolf Hitler obtuviera mayoría  y presidiera el gobierno, con las trágicas consecuencias que todos conocemos?

Va a poder Rajoy poner fin a la crisis? Rotundamente no.

Solo si se cambia la agenda económica, canalizando los grandes capitales hacia otro tipo de industria, se podrían generar empleos. ¿Pero que industria seria? Una que obligara a movilizar la industria a la producción de bienes imprescindibles a parte de los de bienes de consumo.

Por otro lado cualquier medida restrictivas que la administración publica realice sobre el comercio, la propiedad y la libre empresa provocaran que el capital necesario para reactivar la economía sea gravado con impuestos y forzado a pasar a la economía sumergida, con lo que es peor el remedio que la enfermedad.

Las  instituciones creadas (como el FMI ó el OMC) para coordinar la economía a nivel europeo, tratan de paliar el hundimiento de economías  con un PIB sostenible, ¿pero que pasara cuando el PIB de algunas naciones como España superen el fondo de rescate para evitar su caída?  

Aun cuando el estado de necesidad primaria, como alimentación, vivienda y vestido se pueda resolver, el malestar y deterioro de ciertas áreas como  la agricultura provocará  un abandono masivo de la producción en el campo que agravará la situación, pues en gran parte el campo esta quedando aislado tanto física como económicamente

Está claro que esta crisis tendrá consecuencias graves  tanto en los países desarrollados como en desarrollo. El comercio internacional se verá profundamente afectado, al igual que los ingresos personales, los ingresos fiscales, los precios y los beneficios empresariales.. La construcción prácticamente se ha detenido en muchos países, pero sobre todo la agricultura y las zonas rurales, cuyas industrias son abandonadas.


Solo os puedo decir que ante este desaliento, las depresiones han ido y venido y la prosperidad ha vuelto otra vez, aunque a un alto coste  en bienestar social y vidas. Pero lo que si esta claro es que los gobiernos deben empezar a prever y establecer programas de ayuda para evitar, algún tipo de agitación política,  que pueda impulsar hacia extremismos de izquierda o derecha.

 

 

fenix

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