SITUACIÓN CRÍTICA


HABLEMOS CON FUNDAMENTO

Analizamos la situación política en el contexto actual y su repercusión en la sociedad, objetando que no es obvia la idoneidad de las medidas tomadas por el gobierno de la nación, que  sigue volcando la pesada carga de amortizar el déficit sobre la clases mas débiles: trabajadores, pensionistas y desempleados.

España lleva ya tres años de crisis  que la está sumiendo en una  lánguida agonía, pero ha llegado el momento de reaccionar, porque los ciudadanos no queremos seguir mas tiempo así,  una situación que  está encogiendo no solo el poder adquisitivo, la cesta de la compra, las posibilidades de hallar empleo, sino que también esta encogiendo el corazón de los españoles.

Es bien cierto que la zona euro articulo Europa en un mecanismo de solidaridad y mutuo apoyo, pero también es cierto que España como nación ya no goza de independencia, ésta es asumida por los analistas financieros que desde el resto de Europa imponen  sus condiciones y marcan nuestra política económica. España se ha convertido en el cortijo privado de la oligarquía financiera  europea y  no solo nos han convertido en  un país de servicios, sino que nos van a  convertir en un país de parias.

Pero también es cierto que desde la estructura del gasto público y el caótico descontrol de las autonomías, la situación se ha vuelto alarmante, desde el momento en que el Estado tiene que abonar  3 millones de sueldos para funcionarios, 9 millones de pensiones y  casi 4 millones en prestaciones por desempleo, es decir la friolera de 16 millones de sueldos, que tienen que ser mayoritariamente soportados por 16 millones de trabajadores.

Esta proporción que pronto aumentara de forma geométrica, por el lado del gasto público, es inviable para cualquier estado, sino se efectúan reformas inmediatas en la fiscalidad del estado, y el cambio político de la situación, en una dimensión cuya actuación no sea la simple reducción del déficit, via reducción  de prestaciones sociales , congelación de pensiones o salarios.

No se debe permitir ni un día mas que las autonomías hagan su particular negocio a  costa del erario público que se endeudan  cada día en 1600 millones de euros. No se debe permitir que la banca  haya aceptado un rescate, cuando luego no repercute en mejora de condiciones para los prestamos a pequeñas y medianas empresas o a familias que ven como  son desahuciados  por imposibilidad de pagar sus hipotecas y sobre todo no se debe permitir que la banca  siga con su obsesión de privatizar las pensiones. Pero enderezar a la Nación va a significar mucho mas que unas medidas fiscales  para reducir el déficit.

Tal y como yo lo veo, de nada servirán huelgas, manifestaciones, ni recortes sociales, hoy la situación de crisis y endeudamiento exige una actuación política de grandes cambios a nivel de Estado y en la que es necesario que por encima de intereses partidistas se unan todos los grupos políticos para cambiar el rumbo, con medidas de alcance que no repercutan en una sola clase, sino que sea  asumida y soportada por todas.

El tiempo apremia pues nuestra deuda soberana hace que el incremento de los intereses se coma el fruto de los ajustes sociales previstos para recortar el déficit.

Debemos cambiar la situación política, realizar una catarsis, si queremos recuperar el orgullo nacional, hundido ahora, con una autoestima paupérrima que ha llevado al país  a la depresión colectiva.

Ahora, cuando empezamos a celebrar la navidad, 2 tercios de la humanidad  esta sumida en la pobreza y pasan hambre, y en España cerca de 9 millones de personas sufren el zarpazo de la crisis económica, agravada día a día por las medidas del Gobierno,  que fiel servidor de los dictámenes de los oligarcas europeos no duda en aplicar medidas que empobrecen todavía mas  a los débiles y desheredados de la fortuna, mientras  ayuda y colabora a que la banca, multinacionales y capital  aumenten sus riquezas  y vivan en el paraíso, ajenos a la solidaridad, la justicia, y  a las penurias  de los mas necesitados.

Bien es cierto que a esta situación se ha llegado con la complicidad  de poderes públicos y privados, banqueros, políticos, empresarios, y otros muchos oligarcas que se ven favorecidos con las prebendas del poder, cómplices muchas veces de su corrupción, provocando  una alarma social de la que  nadie asume su responsabilidad.

Ahora que todos sabemos que la banca es mas poderosa que el propio Gobierno que está condicionado por las deudas que soporta con la misma, obliga a políticos de cualquier tendencia a romper la cadena por sitio mas débil que son los trabajadores y pensionistas, que ven como merma su poder adquisitivo  y  se encoge nuestro futuro mientras se apoya y rescata  al gigante económico que es la banca. Ha llegado el momento de  que cada uno de  nosotros asuma  la responsabilidad política que nos corresponde, porque si no lo hacemos la banca lo hará  por todos  e impondrá  la suya, manejando nuestras vidas y nuestro destino como nación.

Retiremos la confianza  a conductas manifiestamente mejorables y que han sido contrarias a los intereses de los mas desfavorecidos. Si como dice la Constitución, el poder soberano reside en el pueblo, exijamos a quienes nos representan  que defiendan  los intereses del pueblo por encima de intereses particulares o de partido y, sobre todo por encima de los intereses del poder económico  tanto de Europa como de España.

La actuación es urgente,  nuestro barco ya va a la deriva,  debemos corregir el rumbo,  para guiarlo a buen puerto y evitar la catástrofe que se avecina. Ojala me equivoque.

fenix